Desde lámparas hasta colgantes para las paredes y ventanas se pueden elaborar con vidrios de colores. Estos objetos son una buena opción para decorar su casa.
Según Josefina Hidrobo, quien tiene experiencia en vitrales desde hace 12 años, hacer uno es muy sencillo. Para principiantes recomienda la técnica Tiffany, con la que hacer un vitral pequeño no le tomará más de un día.
Esta técnica consiste en elaborar el adorno con pedazos de vidrio y luego unirlos con cobre y estaño. Se requieren seis materiales básicos: un cautín, el estaño, la cinta de cobre, vidrios de colores, una lija y un cortador de vidrio.
Luego se elige un diseño, cualquier forma y figura , no hay límite. Entre los más utilizados están los paisajes, flores, figuras geométricas , árboles y frutas. También se pueden emplear formas de personas o animales. “Es cuestión de creatividad”. El diseño se debe dibujar primero en una cartulina, que servirá de molde. Luego calcarlo en el vidrio.
Hidrobo aconseja practicar antes de cortar el vidrio. Pues se necesita de fuerza, precisión y pulso. Caso contrario se puede dañar o romper la pieza. En el mercado se encuentra los vidrios de colores en dos tamaños, en 30×30 cm, cuyo costo está entre USD 8 y 10; y 60×60 cm, en USD 60 y 70.
Una vez terminadas de cortar las piezas se pulen con una lija. Se alisa todo el contorno del vidrio hasta que el filo tenga un chaflán que ya no sea cortante.
Según Hidrobo, esto sirve para que la pieza reciba la cinta de cobre, que es el siguiente paso.
La cinta de cobre tiene un adhesivo. Este se debe despegar suavemente y a medida que se va pegando en el vidrio. Todo tiene que quedar liso y muy adherido. La cinta de cobre se vende por rollos, cada uno tiene un costo de USD 12. Cuando todas las piezas están forradas con el cobre se procede a unirlas. Este paso requiere de mucho cuidado porque se utiliza el cautín, una herramienta eléctrica que sirve para soldar.
Se suelda con estaño, un metal plateado que también viene en rollos. Con el calor del cautín se funden el cobre y el estaño, formando un cordón resistente.
Aquí hay que cuidar que este fleco quede uniforme y las piezas muy unidas.
El paso final es limpiar toda la superficie del objeto elaborado. Si se desea que el estaño quede del color del cobre se puede utilizar una técnica llamada pátina.
Los vitrales no requieren de un marco especial para que sostenga los vidrios que lo conforman. Entre el cobre y el estaño se forma un soporte resistente, incluso contra humedades; no se triza.
El trabajo en vitrales está recomendado para cualquier persona adulta. No se aconseja trabajar con niños porque en el proceso se manipulan objetos cortopunzantes y eléctricos.
Recuerde que en la decoración interior, los vitrales logran el efecto de luminosidad. Pueden estar presentes en todos los ambientes.