La arquitectura verde, sustentable o ecológica sigue su curva ascendente. Y ha dejado de ser una simple moda para convertirse en una opción seria para frenar el efecto invernadero y el calentamiento global.
Hoy es raro pensar un proyecto sin considerar los aspectos que reducen el consumo energético y mejoran la calidad de vida de sus usuarios.
Las nuevas propuestas son mucho más respetuosas de la naturaleza y promueven el aprovechamiento de la energía solar y del viento, esencialmente.
Claro que lo sustentable en la arquitectura tiene muchos criterios. Desde el concepto del español Helio Piñón, quien afirma que ‘toda buena arquitectura es sustentable y, si no, no es buena arquitectura’, hasta las más industriosas experiencias de especialistas en el tema, que vuelven sus edificios en verdaderos laboratorios de ahorro energético.
Una de las lanzas de avanzada de la arquitectura verde es, paradójicamente, el regreso de una vieja herramienta constructiva: el ‘sunfinder’. Este permite, mediante un simple diagrama, conocer la incidencia de los rayos solares dentro de una vivienda en cualquier momento del año. Y con la simple y correcta aplicación de los soleamientos se consigue un importante ahorro energético.
Pero hay más casos. ‘The Black and White House’, de Team Space, por ejemplo, es una vivienda que sigue al sol; su cubierta fue resuelta de tal forma que sigue el movimiento del sol para captar la energía que este ofrece durante el día.
Claro, los proyectos más desarrollados son internacionales. Pero en el país se observa un incremento de proyectos de ese tipo. Enne Arquitectos, Al Borde, MCM+A, José María Sanz son algunos artífices.