Toda ciudad tiene sus símbolos, sus referentes; sus íconos. Aquellos elementos -reales o imaginarios- que, con solo nombrarlos, proyectan una imagen real y efectiva de esa ciudad.
El Teatro Universitario, que forma parte del campus de la Universidad Central del Ecuador, es uno de esos referentes.
¿Quién no ha pasado, al menos una vez en su vida, por delante de su bello frontis, ha visto una película de estreno o ha asistido a alguna velada social o cultural?
Junto a las otras edificaciones y áreas verdes y recreativas que conforman el campus, el Teatro fue planificado y diseñado en 1947 por el arquitecto uruguayo Gilberto Gatto Sobbral.
A pesar de tanta prosapia, la carga de los años y la falta de un mantenimiento efectivo hizo que sus instalaciones se fueran deteriorando con rapidez. Esa era su gris rutina hasta junio del 2010, cuando las autoridades universitarias, en convenio con el Municipio de Quito, decidieron recuperarlo.
Las obras se encomendaron al Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) Fue una intervención que se extendió a la Plaza Indoamérica: Esta se terminó primero y fue reinaugurada el 17 de enero pasado.
Luego de 18 meses de labor, el nuevo Teatro Universitario está listo. En la tarea trabajaron de forma permanente 80 obreros y 15 técnicos, y la inversión aproximada fue de USD 1 millón. La entrega oficial del Municipio a la Universidad Central se realizó el 18 del mes pasado.