Los inmigrantes ecuatorianos que residen en España también tienen espacio para los sueños, las esperanzas y las realizaciones.
Este es el caso del arquitecto quiteño Carlos Cárdenas, quien fue el jefe de obra del Auditorio de Águilas, un edificio vanguardista emplazado frente a la playa de esa localidad perteneciente a Murcia.
El nuevo auditorio y palacio de congresos de Águilas es una estructura con forma de ola ubicada en primera línea de mar, frente a la playa de Las Delicias. Costó 18 millones de euros y se llama Infanta Elena.
El edificio, de color blanco, es un diseño de los arquitectos Alberto Fernández Veiga y Fabricio Barozzi, que se levanta sobre una parcela de 11 500 m² en el paseo de Las Delicias, un terreno cedido por el Gobierno regional al Ayuntamiento.
Fabricio Barozzi afirmó al periódico La Verdad que el inmueble es un referente arquitectónico que reúne ‘elegancia y humildad’. Destacó, asimismo, su dinamismo y sus volúmenes definidos” y ha estimado que será“auténtica locomotora para el desarrollo turístico y cultural de la zona”.
Cárdenas explica que la planta baja del auditorio dispone de una sala de usos múltiples con capacidad para 150 personas y un restaurante. En la primera planta existe un salón multifuncional para espectáculos y congresos, con 750 plazas de aforo.
En el vestíbulo principal, un ventanal de 10 metros de altura emboca al mar con vista a la bahía y al castillo de San Juan de las Águilas, mientras que en la planta superior, otra sala de conferencias tiene capacidad para casi 300 asistentes.
El Infanta Elena está dotado de instalaciones diseñadas para acoger todo tipo de acontecimientos empresariales, profesionales o culturales de forma polivalente.
Sus salas están dotadas con equipos audiovisuales de última generación y sus distintos espacios pueden ser utilizados para exposiciones comerciales, miniferias, exposiciones y presentaciones de productos.
Flanqueado, por un lado, por el tejido urbano consolidado y, por el otro, por la playa de Las Delicias, el edificio esculpe en planos cóncavos su volumetría facetada, respondiendo así a las tensiones paisajísticas de su singular emplazamiento.
Más información en la pág. 7