Aunque no es muy común en el medio, sí existen casos de personas que no pueden pagar las cuotas de la hipoteca de su casa.
En esos casos, ¿qué se debe hacer? La primera cosa, explica la experta Clemencia Ocampo, es procurar adelantarse a los hechos y acercarse a la institución financiera para exponer su caso. Esta deberá estar atenta a la solicitud.
Renegociar con el banco las condiciones del préstamo es, entonces, la primera prioridad.
Pero quienes estén conscientes de que no podrán pagar deberán tomar otras medidas como entregar la vivienda al banco, venderla por un precio inferior a su valor comercial, contactarse con corredores para que encuentren a una persona interesada en el inmueble. Por último, la persona puede declararse en quiebra.
En todos esos casos, explica Ocampo, hay que evitar a toda costa entrar en mora, porque la deuda se multiplica y las posibilidades de reducirla, también.
Entrar en mora es no cumplir con los dividendos establecidos en la tabla de amortización. Cuando falla una de esas cuotas, entra en un dividendo en mora.
Normalmente, explica Cornelio Montalvo, director de RR.PP. de la Mutualista Pichincha, siempre existen unos días de tolerancia por parte de la entidad bancaria, porque la alícuota impaga puede deberse a un descuido, hasta cierto punto normal.
Pero cuando ese dividendo acumula 20 a 30 días, hay que analizar con el cliente cuál es la razón. Como son créditos de largo plazo, que se concede desde 5 años hasta 20 años plazo, en ese tiempo las personas están expuestas a varios inconvenientes: pérdida de trabajo, problemas de salud o familiares. Estos hacen que en un período de tiempo, el dividendo no pueda ser cancelado como estaba previsto. Eso, normalmente, siempre se analiza con el cliente.
Montalvo recomienda que si no se va a poder cumplir con uno de los dividendos, contactarse con la institución financiera y explicar la razón por la cual no se puede cumplir con el dividendo. Así se evitan llamadas que pueden ser incómodas o mecanismos de cobranza, que son los normales pero incómodos”.
Otra solución puede ser la reamortización de la deuda. El plazo de reamortización puede ser negociado, si se da paso a la renegociación de los términos originales del contrato. “La Ley establece que ese crédito debe ser calificado con un nivel de riesgo un poco más alto, porque las consideraciones iniciales van a cambiar. Y esto es necesario registrar en un nuevo contrato. “Todo crédito renegociado debe ser considerado con un nivel de riesgo superior”.
¿Solicitar un período de carencia? En teoría, dice Montalvo, se puede solicitar un período de carencia, que significa que durante un tiempo el cliente no paga la hipoteca. No obstante, explica el técnico, no es usual en el país. Además, es una solución momentánea que, a largo plazo, sale más cara porque el capital pendiente de amortización no se reduce y sigue generando intereses. Pasado el período de carencia hay que pagar cuotas más elevadas.
¿Los costos de esta a tramitología? Una mora alertada por una situación circunstancial, explica Montalvo, no debería tener mayores costos. Lo que generaría serían los intereses normales de Ley y, talvez, algún gasto administrativo de cobranza, que es mínimo en realidad.
Pero en función de que pasa el tiempo y porque la Ley así lo exige, se tienen que iniciar los mecanismos de cobranza.
Cuando la mora es larga intervienen abogados, que cobran. El proceso de cobro judicial también tiene sus costos. Por esta razón, concluye Montalvo, mientras mas rápido se realiza un acuerdo financiero es mejor, porque se evitarán todos esos procesos de cobranza.
Consejos extremos
Si luego de todas las gestiones, el cliente ve que no puede seguir asumiendo su compromiso con el banco, es saludable que busque un tercero a quien le pueda trasladar la deuda, explica Ocampo. Este tercero será evaluado por el banco en su capacidad económica de asumir dicha deuda.
Si ya realmente los pasos anteriores no se cumplen, el cliente tiene la opción de proponer la dación (entrega del bien) en pago y el banco tiene opción de aceptar o no.
Otra solución extrema es alquilar una habitación o la casa entera, causa de la hipoteca, para ayudarse a pagar las cuotas. También puede vender cosas de valor (auto, joyas…) puede ayudar.