Grises y pasteles son la tendencia en las cocinas de Santo Domingo

Los cuarzos, granitos y mármoles de tonos pasteles se utilizan en las encimeras y mesones. Foto: El Comercio

Los cuarzos, granitos y mármoles de tonos pasteles se utilizan en las encimeras y mesones. Foto: El Comercio

Los cuarzos, granitos y mármoles de tonos pasteles se utilizan en las encimeras y mesones. Foto: El Comercio

Una combinación de gris, blanco y colores en tonos fuertes es la tendencia que cada vez se impone para la decoración de las cocinas en los hogares de Santo Domingo de los Tsáchilas.

Esta opción tiene acogida en el cantón desde hace un año y medio, según Carlos Dávila, dueño de Vanguardia Cucine.

Desde hace 12 años, Dávila diseña, fábrica y elabora montajes de muebles para las áreas destinadas a cocinas, comedores y similares.

Paola Venegas conoció sobre el trabajo de Dávila por recomendación de un amigo. Le gustó el modelo. Ambos armaron un diseño en 3D en un programa informático.

En la cocina de Venegas se colocaron muebles grises combinados con blanco y rojo.

Dávila explica que una de las técnicas es colocar los tonos fuertes en las paredes. Así, si el cliente se arrepiente, es más fácil cambiar la pintura de los muros que el mobiliario.

Según Dávila, esta tendencia viene de Europa. “Muchos de nuestros clientes han viajado a España o Italia y les gusta la decoración lineal”.

Los chocolates no han desaparecido, pero no están en boga. De cada 10 clientes, cuatro escogen los tonos grises, confirma el diseñador.

Generalmente quienes se inclinan por esta línea son los jóvenes profesionales de entre 30 y 45 años que buscan creaciones novedosas y modernas.

La fabricación de una cocina, desde la planificación hasta su instalación, demora entre 30 y 45 días. Los precios van desde USD 1 200 hasta USD 6 000. Todo depende del tamaño y los muebles y accesorios escogidos.

La implementación de una cocina se puede realizar en espacios que van desde dos por tres metros y con diseños en forma de L.

Venegas, por ejemplo, decidió incorporar cajones extras . Al ser estos esquineros, la cocina finalmente quedó de 5 x 6 m.

Para Dávila, no hay nada mejor para enterarse de las tendencias que por el boca-oído.

Muchos amigos y familiares de Venegas, al observar su cocina, quedan encantados por los colores y la dotación del mobiliario. Enseguida consultan quién es el ‘maestro’ fabricante y lo buscan con premura.

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