Los vitrales góticos que adornan las iglesias europeas no han podido ser superados. Sin embargo, el vitral no es propiedad exclusiva de las iglesias, los palacios o las mansiones fastuosas.
Su uso se ha extendido hacia inmuebles como casas, villas o departamentos. Su uso, asimismo, se ha diversificado y se pueden encontrar vitrales en puertas, ventanas, celosías, mamparas, divisiones de ambientes, vestíbulos… Y en las famosas lámparas Tiffany, que utilizan los pequeños vidrios de colores para iluminar con arte.
Josefina de Hidrobo es una vitralista de la nueva generación. Su esposo William, su cuñado Pepe y su asistente Doris Laines también trabajan en el arte. Y en otras técnicas relacionadas con el vidrio, como la vitrofusión, el arenado y tallado del vidrio, la elaboración de espejos…
En su taller, Vidrios Lob, ubicado en Cumbayá, en la vía Interoceánica. Los vidrios de todo tipo son los principales actores.
“Claro, también hacemos puertas y ventanas de aluminio y vidrio, cortinas de baño de vidrio templado”, explica Josefina, quien se inició en los secretos del vitral hace 10 años bajo la supervisión del artesano estadounidense Fausto Moreano.
El vitral depende del color y de la luz. Con esos elementos causa los efectos visuales que le caracterizan. Su tamaño puede variar entre los 20×20 centímetros y llegar hasta los tres por tres metros. Y, según sus características, puede ser hasta antirrobos .
Actualmente, se los elabora con dos técnicas: una que trabaja con cañuelas de plomo o estaño, para diseños más modernos; y otra, con cinta de cobre para diseños más complicados.
Con estas cañuelas o cintas se van soldando los pedacitos de vidrio entre sí. El vitral artesanal ha cambiado debido a que ahora se importan vidrios pintados en masa (con color propio).
Sin embargo, aún se hacen obras donde se utiliza la antigua técnica de la grisalla, sobre todo en vitrales donde se deben definir rostros, manos y pies de los personajes. Solo ahí se utiliza la pintura para el vidrio.
La elaboración de un diseño empieza con el dibujo en el papel, que luego es traslapado al cristal, sobre el que se pinta.Inmediatamente se hacen plantillas y se cortan los trozos de vidrio; que se unen con las cañuelas o cintas de cobre. Las piezas se funden y se complementan con el recubrimiento del cristal.
El precio varía según el diseño, la calidad del vidrio y el tamaño del objeto. Los trabajos más sencillos cuestan USD 80; los más costosos salen a USD 200 en una pieza de 60 x 60 cm.