Tienen dos sedes en Guayaquil. Se manejan con distintos directivos. Poseen distintas páginas web y hasta muestran eslóganes diferentes.
Pero su nombre es el mismo. En el local de la Atarazana -norte-, resalta el rótulo de la Universidad Metropolitana. Un letrero similar anuncia al centro UMET (Universidad Metropolitana), en la avenida Guillermo Cubillos -norte-.
Hace un año, este centro de estudios afronta un conflicto jurídico que lo mantiene dividido. El problema estalló el 30 de abril, luego de que el Consejo Nacional de Educación Superior (Conesup) emitiera la resolución 155.Así se aprobó la reforma al estatuto de la universidad, que fijó que la administración del centro se manejase en Guayaquil. Desde ahí se coordinaría a las sedes de Quito y Machala, que antes eran independientes, a cargo de cancilleres o representantes legales.
La decisión causó la ruptura del Directorio. Desde entonces, el local de la Atarazana, donde se fundó la universidad, no es el único. Se abrieron la oficina administrativa (UMET) en la av. Guillermo Cubillo y tres sitios para clases.
Los cuatro últimos funcionan bajo la dirección del rector Carlos Espinoza Cordero. Mientras que el de la Atarazana está a cargo de José Barrezueta Becherel, quien se desempeña como canciller.
Pero el centro Atarazana no es reconocido por el Conesup. Tampoco aparece en la lista de universidades del organismo en la web.
En julio del 2009, Barrezueta planteó una acción de protección en contra del Conesup y su titular, Gustavo Vega. El fin era anular la resolución 155 que, según Barrezueta, perjudica a los estudiantes.
En la Atarazana, las aulas lucen casi vacías. Con el timbre del cambio de hora, pocos inscritos en el nuevo ciclo recorren sus pasillos.
Con los problemas legales, Barrezueta dice que la nómina bajó de 1 700 a 100 alumnos. “La resolución le dio a Carlos Espinoza (rector) poderes omnímodos. Él cerró las cuentas corrientes de esta sede, se llevó la clave para el registro de títulos, el RUC…”, afirma.
Tres meses después de la acción de protección presentada por Barrezueta, la Primera Sala Civil de la Corte Provincial de Justicia de Guayas dejó sin efecto la resolución del Conesup. Y en abril pasado, el Juzgado Quinto de Tránsito de Guayas lo ratificó.
Barrezueta espera que se cumpla el fallo. No obstante, para Jorge Carvajal, secretario-procurador de la UMET, la decisión no es aceptable. Explica que en agosto del 2009 el Consejo Universitario suspendió el centro la Atarazana por irregularidades en el manejo académico y administrativo.
En esa resolución también se eliminó la figura de canciller en la sede de Guayaquil. “El señor (José) Barrezueta no desempeña ningún cargo. Lamentablemente, él tiene la idea de que la universidad pertenece a las personas, pero son de la comunidad”.
La medida fue revalidada por el Conesup en octubre. A la par, el organismo planteó un recurso extraordinario de protección ante la Corte Constitucional, frente al dictamen de la Primera Sala Civil. Este aún no se procesa.
Esta y otras acciones legales que tomó el Consejo de Educación Superior se detallan en un oficio facilitado a este Diario. También se aclara que el organismo “no ha incurrido en incumplimiento ni en desacato del fallo de la Primera Sala, sino que lo ha acatado dentro de sus competencias”.
En medio del conflicto están los alumnos y empleados de Guayaquil. Al abrir el portal web de la UMET aparece la invitación a quienes acudían a la Atarazana “al registro académico y legal según la resolución del Conesup”. Hasta ahora, al UMET registra 1 000 alumnos y 150 maestros.