En 24 colegios se iniciará una reforma del Bachillerato Técnico

Augusto Espinosa, ministro de educación, informó en una rueda de prensa las reformas para los colegios técnicos de país. Foto: EL COMERCIO

Augusto Espinosa, ministro de educación, informó en una rueda de prensa las reformas para los colegios técnicos de país. Foto: EL COMERCIO

Augusto Espinosa, ministro de educación, informó en una rueda de prensa las reformas para los colegios técnicos de país. Foto: EL COMERCIO

A partir del año lectivo 2015-2016 se impartirá la materia de Gestión y emprendimiento en 1°, 2° y 3° año de Bachillerato Técnico. Ese será el primer paso para la reestructuración de esta opción educativa en el país.

Lo informó Augusto Espinisa, ministro de Educación, la mañana de este viernes 10 de julio del 2015, en una rueda de prensa en el norte de Quito.

Los ajustes curriculares serán progresivos y se aplicarán en primer lugar en 24 colegios del Ecuador hasta el 2017, uno por provincia, y podrá luego extenderse a otras entidades educativas.

El establecimiento piloto en Quito será el colegio Central Técnico, en donde el nuevo modelo de educación técnica se aplicará a partir del año lectivo que se iniciará en agosto próximo.

Los alumnos tendrán varias opciones: quedarse con el título de bachiller y la certificación técnica que obtengan, cursar un año más y convertirse en bachiller técnico productivo, ingresar a algún instituto técnico para especializarse u optar por una carrera universitaria.

Se aplicará un modelo mixto. Los colegios que tengan talleres propios deberán convertirse en unidades productivas autosustentadas. Según explicó Espinosa, estas deberán generar ingresos que se reinvertirán en la institución y en la necesaria actualización de la tecnología, por ejemplo.

La otra opción será la articulación con la empresa privada. Representantes de algunas firmas que forman parte de la
Corporación de Promoción de Exportaciones e Inversiones (CORPEI) recibieron al ministro Espinosa en sus oficinas, para escuchar la propuesta.

La idea a futuro será formar alianzas con las empresas para que sean parte de la formación de los estudiantes, según su área de producción y la de especialización de los chicos.

Las empresas permitirían que los jóvenes apliquen los conocimientos obtenidos en sus colegios dentro de sus instalaciones. Sin embargo, debido a la naturaleza del proyecto y a que se trata de menores de edad, los estudiantes no tendrían relación laboral con las empresas.

Los estudiantes recibirán formación técnica de acuerdo con las necesidades del sector donde viven. Por ejemplo, podrían aprender sobre plomería o electricidad si viven en una ciudad o sobre minería o asuntos agropecuarios o florícolas, si viven en áreas donde la actividad productiva está orientada a ello.

Representantes de firmas como Moderna o Itabsa, presentes en la reunión, se mostraron interesados en la propuesta y acordaron mantener nuevos contactos para definir cómo se realizarán los convenios educativos y productivos.

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