El abogado Fernando Salgado tiene una colección de separadores de libros que ha juntado desde hace 25 años. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.
Fernando Salgado es un lector empedernido, a sus 68 años este abogado de profesión, cuenta con una vasta biblioteca personal atiborrada de joyas literarias, sobre todo, de biografías que según sus cálculos suman 531, de las cuales ha leído 135.
Sus lecturas predilectas involucran a personajes como el pintor holandés Vincent Van Gogh, el escritor argentino Jorge Luis Borges, el político ruso León Trotski y el filósofo francés Jean-Paul Sartre.
A lo largo de estas lecturas Salgado ha estado acompañado de unos objetos singulares que colecciona desde hace 25 años, separadores de libros que le han entregado después de la compra y otros que ha obtenido como obsequios de sus amigos, clientes y familiares.
Para Salgado esta colección un tanto sui géneris no puede ser concebida sin un gusto previo por la lectura. Desde hace tiempo los separadores estaban guardados en cajitas de madera, pero desde hace unos meses están simétricamente distribuidos en dos álbumes con tapa de cuero.
Salgado tiene pequeñas joyas en su colección. La que más atesora está colocada en la primera página de uno de estos álbumes. Se trata de un separador japonés con la figura de una geisha elaborada en papel de arroz.
La colección de Fernando Salgado está compuesta de más de 250 separadores. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.
A este separador que está protegido con una doble funda plástica se suman un total de 286 de todas las latitudes. En la colección de Salgado hay separadores de Estambul, Jerusalén, la Patagonia, Cracovia, Sidney, Quito, Guayaquil, Latacunga…
La procedencia de los separadores es solo una de las variantes que hacen única a esta colección. Otro de los detalles que llaman la atención es el material del que están hechos. A más de los clásicos separadores de papel hay unos de madera, plástico, cartulina y metal.
Dentro de su colección, Salgado tiene mini colecciones temáticas como las alusivas al tema religioso, al arte entre el que están separadores de Picasso, Botero y Van Gogh y unos que en su parte frontal tienen adheridos flores naturales de la serranía ecuatoriana, separadores que encontró en su visita a un hotel de Cotacachi.
Otra de las formas de catalogar la colección de salgado es a través de la procedencia de las librerías. Una de las que más ha visitado es Libri Mundi. En su colección están los separadores de Pachanga, el libro gráfico de Belén Mena o el de Saramago que salió cuando el escritor de origen portugués visito el país.
A estas se suman separadores de Mr. Books, librería Rayuela, librería Studium, librería Española y uno de Carlos Fuentes que le entregaron en la recién inaugurada librería del Centro Cultural Carlos Fuentes.
En medio de este centenar de separadores hay uno que llama la atención por lo desgastado de sus puntas y los pliegues que se acumulan en su superficie. Se trata de un separador con la imagen de Borges que Salgado utilizó en la lectura de las cuatro biografías del autor del
La muestra palpable de que la pasión por la lectura siempre está acompañado de unos objetos a los que muchos no prestan atención pero a los que este lector latacungueño atesora al igual que a sus libros.