Las cocinas a control remoto ya están aquí

Este modelo de Madeval muestra el mesón de granito. Foto: María Isabel Valarezo/ EL COMERCIO

Este modelo de Madeval muestra el mesón de granito. Foto: María Isabel Valarezo/ EL COMERCIO

Este modelo de Madeval muestra el mesón de granito. Foto: María Isabel Valarezo/ EL COMERCIO

Flexibles. Ese es el adjetivo más idóneo para calificar a las cocinas actuales, pues sus diseños son pensados para satisfacer -al menos- dos de las funciones del ser humano: cocinar y socializar.

¿Cómo llenar esa dualidad de usos? Pues mediante dos argumentos conceptuales: la tecnología y el diseño industrial, explica Gilda Fernández, de Madeval, en el Home Design de Tumbaco.


Tecnología y diseño han llevado, también, a tener unas cocinas totalmente asépticas, más parecidas a un laboratorio científico que a las antiguas, barrocas y concurridas cocinas de las abuelas.


En los nuevos modelos, algo salta a la vista luego de una ­ligera exploración: la total falta de agarraderas en los elementos como cajoneras, basureras y alacenas. 


Estos elementos ahora se abren mediante correderas o con el sistema ‘touch’, que abre puertas y cajones mediante un ligero toque con 
un dedo.
Las cajoneras han tenido un desarrollo importante.

Ahora se colocan hasta en los 
rincones y esquinas más difíciles de llegar; sitios que en modelos anteriores quedaban vacíos, explica Alejandra Ávalos, de Cocinas Inter­na­cionales, en el Home Design de Tumbaco.


Así se utilizan todos los espacios disponibles y se optimizan las áreas para otras funciones y actividades.
Una variable del sistema ‘touch’, el control ‘M-touch’, permite programar un electrodoméstico de manera sencilla y facilita la interacción del usuario con el artefacto a través de un menú inteligente. Este control se basa en la tecnología empleada en los ‘smarthphones’ y las tabletas.


Otra característica de las cocinas de hoy es el empotramiento de los electrodomésticos en el mobiliario. Esto se da con las planchas de vitrocerámica o inducción en las encimeras y los mesones; de las refrigeradoras y neveras en los muebles principales.


Con esa disposición espacial se gana en dos vectores: el estético y el ahorro de espacio, tan necesario en una época en la cual los m² de construcción se acortan cada día.
Los mesones, las encimeras y los desayunadores no han perdido vigencia y, asimismo, se han optimizado.

En algunos modelos de cocina un mesón puede cumplir también la función de desayunador, o viceversa.
Los materiales preferidos siguen siendo el mármol y el granito pulidos, aunque el cuarzo es el que está en tendencia, porque puede tener terminados unitonales.


La iluminación es básica, explica Ávalos. Y es exterior e interior. Los diodos LED se utilizan cada vez con mayor asiduidad por sus características de claridad de emisión, resistencia y duración. 

Las campanas de extracción de olores también han tenido un salto cualitativo, explica Fernández. Algunas se manejan a voluntad mediante un control remoto.

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