Las Clínicas Metabólicas entraron en funcionamiento el 2016, dentro de las tres Unidades Metropolitanas de Salud, ubicadas en el norte, centro y sur de la ciudad de Quito. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Seis de las primeras 10 causas de muerte en el Distrito Metropolitano de Quito corresponden a enfermedades crónicas no transmisibles. Los dos primeros lugares ocupan las enfermedades cerebrovasculares y la diabetes, de acuerdo con el registro estadístico más reciente de defunciones, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Los puntos de atención médica gratuita Salud al Paso, proyecto que el Municipio arrancó en el 2015, se crearon para identificar de manera rápida los factores de riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles. En estos centros, donde se ha atendido a cerca de 300 000 personas, se toma la presión arterial, se mide el peso, la talla y la cintura, además de obteneer el índice de masa corporal y los niveles de glucosa en la sangre.
Cuando los factores de riesgo son bajos, estos puntos resultan ideales para que las personas se mantengan en control periódico. Pero cuando los riesgos comienzan a ser mayores se hace necesario un diagnóstico más riguroso.
Para ello, desde el año pasado entraron en funcionamiento las Clínicas Metabólicas, que funcionan en las Unidades Metropolitanas de Salud (expatronatos), ubicadas en el norte, centro y sur de la ciudad. La atención es gratuita.
A estos centros son referidas, desde Salud al Paso, aquellas personas con riesgos altos de padecer enfermedades crónicas no transmisibles. En abril del 2016 se habilitó el servicio de Clínica Metabólica en las Unidades Metropolitanas de Salud Norte y Centro; y en septiembre comenzó a funcionar en la unidad del sur.
José Litardo, director de la Unidad Metropolitana de Salud Norte, reitera que el servicio es gratuito: “El beneficio es para toda la comunidad. No hay ningún costo para el paciente”. En la Clínica Metabólica de este centro se atienden entre 6 y 10 pacientes por día.
Una vez que el paciente llega a estas unidades de salud se abre una historia clínica y se realiza una preconsulta para tomar los signos vitales. El siguiente paso es la consulta con el médico general, quien luego de un interrogatorio exhaustivo y un examen físico da el primer diagnóstico y, si amerita, solicita la realización de exámenes de laboratorio. Luego, los pacientes son remitidos con un nutricionista y, de ser necesario, con un cardiólogo y un psicólogo.
Las Clínicas Metabólicas cuentan con variedad de especialistas, principalmente médicos generales, médicos familiares, internistas, nutricionistas, cardiólogos y psicólogos. “Tratamos al paciente de manera integral, no solo es darle la medicación, sino evaluar cuáles son las causas externas del paciente, para que pueda tener un resultado efectivo”, subraya Yana Niebla, médica general de la Unidad Metropolitana de Salud Norte.
Desde abril del año pasado hasta enero pasado se atendió a cerca de 2 600 pacientes en las Clínicas Metabólicas, referidos desde los puntos de Salud al Paso. De los pacientes atendidos, 88,5% tiene un diagnóstico definitivo: 48,5% de las personas que acudieron padece de obesidad, 21% de hipertensión arterial, 9% de diabetes tipo 2 (no insulinodependiente), 1,8% de diabetes tipo 1 (insulinodependiente) y 3% fue diagnosticado con un aumento anormal de peso.
José Ruales, secretario de Salud del Distrito, aclara que en las Clínicas Metabólicas únicamente se tratan los riesgos para evitar que la enfermedad se consolide. “Cuando la enfermedad ya está presente, los pacientes son referidos a los a una unidad de salud del Ministerio, del Seguro Social, o privada, porque como Municipio no nos compete tratar la enfermedad”, explica.
Los riesgos son tratados con cambios en el estilo de vida, a través de una alimentación adecuada y ejercicio físico. Además, las clínicas cuentan con grupos de apoyo para pacientes con enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes. En la Unidad Metropolitana de Salud Centro, el grupo lo integran 40 pacientes y se reúnen una vez al mes.
Víctor Hugo Sandoval, jefe técnico médico de este centro, explica que en estos clubes se trabaja la socialización, el cambio en los hábitos alimenticios de forma educativa y demostrativa, la actividad física y, especialmente, la parte afectiva, al compartir experiencias comunes entre pacientes.
Ramiro Arroyo, de 55 años de edad, sufre de diabetes tipo 2 desde hace tres años. Tras haberse realizado controles mensuales en Salud al Paso, la semana pasada acudió por primera vez a la Clínica Metabólica de la Unidad Metropolitana de Salud Centro. Para Arroyo, uno de los principales beneficios es la atención sin costo: “Son profesionales calificados y es una ayuda muy buena para los que no tenemos ingresos fijos”, enfatizó.