Los médicos intentan establecer si las niñas, de un año de edad, nacidas sin embargo en buena salud en el noroeste de Bangladesh, comparten o no un sólo cerebro, lo cual podría complicar sobremanera la intervención quirúrgica. Foto: Agencia AFP
Dos gemelas unidas por el cráneo desde su concepción serán sometidos a una difícil y potencialmente peligrosa operación para separarlas, indicaron los cirujanos este miércoles 26 de julio de 2017, pidiendo al mismo tiempo ayuda a la comunidad médica internacional.
Los médicos intentan establecer si las niñas, de un año de edad, nacidas sin embargo en buena salud en el noroeste de Bangladesh, comparten o no un sólo cerebro, lo cual podría complicar sobremanera la intervención quirúrgica.
“Sería una cirugía muy delicada y sensible”, indicó Ruhul Amin, jefe de cirugía pediátrica del Bangabandhu Sheikh Mujib Medical University, de la capital, Daca. “Estamos evaluando su condición y tratando de contactar expertos alrededor del mundo para obtener opiniones y ayuda”.
Los padres de las niñas, ambos educadores, llegaron a Daca tras el nacimiento de Rabia y Rukia, buscando ayuda médica. Amin estimó que las niñas eran sanas y juguetonas, pero quería más tiempo para estudiar el caso, a fin de reducir los riesgos de la cirugía al mínimo.
Antes del nacimiento, los padres no sabían siquiera que iban a tener gemelas, debido a que las ecografías no mostraron ninguna anomalía ni indicios de dos bebés, explicó su padre, Rafiqul Islam.
“El doctor sólo mencionó un feto con una gran cabeza”, relató a la AFP. Los padres deseaban garantizar a sus hijas “una vida mejor”, a pesar de las consecuencias potencialmente fatales de la cirugía.
“La mayoría de la gente viene a visitar a mis hijas, con compasión o burla en sus miradas, algo que es intolerable para un padre”, añadió. “Quiero tener fe en Alá y en los cirujanos para que mis hijas tengan una cirugía exitosa y eventualmente una vida normal”.
En casos raros, gemelos idénticos pueden nacer con la piel y ciertos órganos internos fusionados. Alrededor de la mitad nacen ya muertos, y la tasa de supervivencia es de entre cinco y 25%. En 2008 murió en Bangladesh un bebé que había nacido con dos cabezas.