El tratamiento de los conflictos sociales en telenovelas y películas es capaz de abrir un espacio de diálogo colectivo. Foto: Cortesía.
Creadas principalmente para el entretenimiento, muchas de las historias que se desarrollan en teleseries y largometrajes también pueden despertar interés sobre otros temas vinculados a una realidad social más profunda. La trata de personas es el tema que aborda la nueva teleserie de los estudios Globo que se transmite por Ecuavisa.
En ‘La Guerrera’, Morena es una mujer humilde y madre de un niño que lucha por lograr su independencia. Las circunstancias la enfrentan a una crisis personal y familiar que llevan a la protagonista a aceptar una propuesta de trabajo en Turquía, donde se convierte en víctima de una red internacional de tráfico de personas.
La historia es una obra de Gloria Pérez, autora de novelas como ‘El Clon’ y ‘Camino de Indias’, en las que también se ha caracterizado por el abordaje de temas polémicos. En ‘La Guerrera’, el relato parte de la historia real de Ana Lucía Furtado, una empleada doméstica y madre de tres niños que a sus 24 años fue llevada con engaños hasta Israel donde sus captores la obligaron a prostituirse.
En una entrevista para el portal RD1, Pérez asegura que la novela es una especie de “alerta” sobre un delito que en muchos casos es tratado como un tema ficticio.
“Es por eso exactamente que un crimen permanece invisible incluso si los gobiernos de todo el mundo están dando prioridad al tema. Que Obama ha ido a la ONU a declarar la guerra a la esclavitud del siglo XXI y el Papa ha hecho hincapié en acabar con esta, habla de su relevancia”, explicó la escritora.
No es la primera vez que este tema es abordado en la televisión o en el cine. ‘Vidas Robadas’ fue otra de las telenovelas que partieron de un caso real para exponer el tema del tráfico de personas, en una producción que se transmitió en Argentina, en el 2008. En Colombia, fue tratado en la serie televisiva ‘La promesa’ (producción del 2012).
Thriller, acción o drama, el tema también ha pasado por las pantallas del cine con cintas como ‘Lilya Forever’ (2002), ‘Trade’ (2007), ‘La verdad oculta’ (2010) y una de las más populares ‘Venganza’ (2008), protagonizada por Liam Neeson.
Para el dramaturgo, escritor y director ecuatoriano Peky Andino, el abordaje de temas sociales y conflictos humanos tiene una larga trayectoria en la producción audiovisual. Sin embargo, advierte que uno de los principales cambios en el tratamiento de estas temáticas parten del enfoque.
Explica que en las décadas de los 70 y 80, por ejemplo, el audiovisual latinoamericano revelaba una posición social y políticamente más comprometida de los realizadores, que le daban prioridad al hecho social sobre el individual, sobre todo de la clase obrera y campesina.
Actualmente, dice Andino, hay una tendencia a retratar los conflictos de la clase media con historias más personales, donde el contexto político, económico o social pasa a un segundo plano. Es ahí donde un tema de interés social corre el riesgo de disolverse en medio de historias más superficiales.
Por eso, el director ecuatoriano Diego Araujo asegura que, independientemente del género o el formato, el compromiso de un realizador pasa por investigar y conocer de cerca el mundo que está tratando de representar para poder contar una buena historia que además sea coherente con sus necesidades estéticas y dramatúrgicas.
Sugiere que, aunque la imagen sea un medio de expresión que pueda generar una reflexión en el entorno social, el fin último del cine no es el cambio social.
Andino, coincide en que una pieza audiovisual por sí sola no va a generar un cambio, pero advierte que la ficción sí puede generar una reflexión y aportar en un debate más amplio y profundo. De ahí, que temas como el tráfico de personas se conviertan en relevantes para la producción contemporánea.