Es oficial desde esta semana sonda estadounidense Voyager 1, lanzada en 1977, ha salido del Sistema Solar, convirtiéndose en el primer objeto enviado por el hombre para alcanzar el espacio intersideral.
Según las medidas publicadas por la revista Science y confirmadas por la NASA, la sonda dejó el Sistema Solar hace más de un año, en agosto de 2012: “Ahora que tenemos nueva información clave, creemos que este es un salto histórico hacia el espacio interestelar”, se congratuló Ed Stone, responsable científico del proyecto Voyager con sede en el Instituto Tecnológico de California.
“Voyager abre una nueva era de la exploración”, apuntó en una conferencia de prensa telefónica Stone. Nuevos análisis de densidad de plasma en el entorno de la nave recogidos entre el 9 de abril y el 22 de mayo se revelaron conformes a las que se encuentran en la región interestelar y previstas en los modelos, afirmaron los investigadores de la Universidad de Iowa, entre ellos Don Gurnett, que publicaron su estudio en la página de la revista estadounidense Science.
En el interior del módulo espacial hay un disco dorado que conserva sonidos e imágenes de nuestra Tierra: una especie de ‘mensaje dentro de una botella’ lanzada a un mar cósmico.
Voyager está moviéndose a una velocidad de 38 000 millas por hora y está a 19 000 millones de kilómetros de la Tierra y continuará enviando datos hasta el 2020 cuando sus pilas de plutonio se extingan. Ahora su señal es muy débil: solamente 23 watts, equivalente a una lamparita de heladera. Según estos astrofísicos, Voyager salió de la heliopausa, la zona fronteriza del Sistema Solar, e ingresó en el frío y la oscuridad del espacio interestelar hacia el 25 de agosto del 2012.
“Nos sorprendimos cuando comprobamos estas oscilaciones en nuestros datos, ya que mostraban que la nave se encontraba en una zona totalmente nueva, conformemente a lo que puede esperar del espacio interestelar y diferente de la heliósfera, la burbuja formada por los rayos solares”, explicó Don Gurnett.