Un plan del Gobierno de Estados Unidos para reducir los costos de los servicios por vuelos espaciales encara el sábado una prueba clave con el despegue de cohetes privados en dirección a la Estación Espacial Internacional. Falcon 9 y SpaceX tienen programado su lanzamiento para las 08:55 GMT (03:00 de Ecuador) del sábado desde una estación de la fuerza aérea situada en Cabo Cañaveral, Florida. Si todo sale de acuerdo a lo planeado, llegará a la estación espacial internacional el martes.
Si tiene éxito, Space Exploration Technologies, o SpaceX, se convertirá en la primera empresa privada en alcanzar el puesto orbital de 100 000 millones de dólares, que flota a alrededor de 390 kilómetros sobre la Tierra. “Es, desde todo punto de vista, un paso importante, casi un paso gigante, para los vuelos espaciales comerciales”, dijo Michael Lopez-Alegria, un ex astronauta de la NASA y ex comandante de la estación espacial internacional que ahora encabeza la Federación de Vuelos Espaciales Comerciales, una asociación de la industria con sede en Washington.
El pronóstico del tiempo era ampliamente favorable este viernes para el lanzamiento el sábado por parte de la empresa SpaceX de la cápsula Dragon, primera nave espacial privada en llegar a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés).
Hay un 30% de posibilidades de que las condiciones meteorológicas impidan el lanzamiento, un porcentaje “bastante bajo”, dijo Joel Tumbiolo de la estación meteorológica de la Base de la Fuerza Aérea en Cabo Cañaveral, Florida (sudeste) , desde donde despegará el cohete transportando la cápsula.
“Vemos condiciones favorables”, dijo a los periodistas en la víspera del lanzamiento previsto para el sábado a las 04:55 de la madrugada (08:55 GMT).
Tumbiolo dijo que se espera que el viento sea leve, de cinco a 10 nudos, con una “muy baja” posibilidad de que las nubes cúmulos de la zona impidan el lanzamiento.
Agregó que las horas de la noche y la madrugada tienden a ser más tranquilas en el sur de Florida en esta época del año, cuando las tormentas tropicales son frecuentes sobre todo en la tarde y noche.
Si el lanzamiento del sábado se retrasa por alguna razón, SpaceX, una compañía con sede en California propiedad del empresario de internet Elon Musk, lo intentará nuevamente el 22 de mayo.
Este vuelo de prueba tiene como objetivo demostrar que el cohete Falcon 9 de la compañía puede enviar a la cápsula Dragon a la ISS.
Dragon -que pesa unas seis toneladas y mide 5,9 metros de alto y 3,6 metros de diámetro- será la primera nave espacial privada en atracar en la ISS. Llevará 521 kilos de carga para el laboratorio espacial y regresará con otros 660 kilos a la Tierra.
Dependencia de la NASA en socios de europeos, japoneses y rusos
Desde el retiro de los transbordadores espaciales el año pasado, la NASA depende de sus socios Europa, Japón y especialmente Rusia para volar a la estación. En vez de construir un reemplazo para el transbordador, la agencia espacial estadounidense está gastando cerca de 3 000 millones de dólares anuales en un nuevo cohete y cápsula para enviar astronautas a la Luna y finalmente a Marte.
Para alcanzar la estación espacial internacional, la NASA está invirtiendo en cinco compañías estadounidenses: SpaceX y Orbital Sciences Corp para el transporte de carga y SpaceX, Boeing, Sierra Nevada Corp y Blue Origin -empresa de propiedad del fundador de Amazon, Jeff Bezos, para aeronaves de pasajeros.
Todas las empresas involucradas están contribuyendo también con sus propios fondos, en un quiebre a las prácticas tradicionales de compras por parte del Gobierno de Estados Unidos. En vez de reembolsar costos, los socios comerciales de la NASA reciben pagos cuando alcanzan hitos predeterminados.