Un equipo de investigadores de la Oregon Health and Science University anunció en mayo la primera creación exitosa de células madre a partir de clonación terapéutica. Un hito esperado por largos años y que podría abrir nuevas perspectivas a la ciencia médica.
Sin embargo, el método empleado en el experimento levanta sospechas sobre si se está ante un resurgimiento de la carrera por clonar a un ser humano, que misteriosamente se interrumpió hace unos 10 años.
La revista Science realizó recientemente un foro con especialistas para abordar cuán cerca estamos realmente de la controvertida clonación humana.
Según indicó allí Dieter Egli, miembro de la Stem Cell Foundation, la técnica desarrollada por la Oregon Health and Science University y que también él está investigando, en realidad no tiene que ver con la temida clonación humana. “Lo que nosotros estamos haciendo es generar células madre”.
Egli explicó que la técnica consiste en extraer el ADN de la célula de un paciente que desean tratar por alguna enfermedad. Ese material genético se inserta en un óvulo no fertilizado al que previamente se le remueve su ADN original. “Activamos el huevo para que se divida y genere las células madre que necesitamos en la terapia”, dijo. “Yo no llamaría a estas células un embrión porque no tienen potencial de desarrollo”.
Al genetista chileno Manuel Santos, de la Universidad Católica, no le convence el argumento. Esto porque, según explica, no es posible crear células madre sin pasar por la etapa de embrión. “Al transferir material genético a un óvulo crearon inevitablemente un nuevo ser humano. Esperaron que se desarrollara tres días y obtuvieron las células, que se lograron diferenciar. Es decir, pasaron por la primera fase de la clonación humana para crear un embrión y luego destruirlo. Repitieron el mismo experimento usado para crear a la oveja Dolly, solo que detuvieron el crecimiento”, dice.
Egli descartó durante el foro de Science que tenga intenciones de llegar a crear un clon humano. “Yo, al igual que otros científicos que trabajan en este campo, no tengo ningún interés en perseguir este objetivo. Así que no hay evidencia para pensar que esto es algo que es probable que suceda”.
Hasta ahora, dijo el científico, no ha sido posible generar ni siquiera un mono (que es la especie más cercana al humano) después de la transferencia nuclear de células somáticas. Y con los animales que sí se ha conseguido (ovejas o vacas), la eficiencia ha sido baja.
No obstante, Santos recuerda que, a principios de la década pasada, al menos dos grupos particulares anunciaron que ya habían conseguido clonar humanos y nunca se supo si realmente fue así. “En alguna parte del mundo donde las regulaciones son menos estrictas alguien podría hacerlo, incluso quién sabe si ya hay una persona clonada que nació viva”, sostiene.
Según el genetista director del Centro Fondap de Regulación del Genoma de la U. de Chile, Miguel Allende, la clonación es técnicamente factible en términos de producir un embrión humano y en que éste probablemente se desarrolle apropiadamente si se llegara a implantar en un útero. Sin embargo, hay muchísimas dudas acerca de su viabilidad, ya que el método lleva implícitas las perturbaciones genéticas que ha sufrido la célula somática adulta desde la cual se obtuvo el núcleo que se implantó en el óvulo.
Justamente durante el mismo foro de Science también se plantearon estos aspectos. Para la biotecista Debra Mathews, de la Universidad Johns Hopkins, los problemas más apremiantes tienen relación con la posibilidad de llevar el embarazo a término. “No se puede clonar a un ser humano de forma segura. Existe preocupación tanto sobre el clon y la mujer que llevaría a ese feto”, dijo.
Se ha visto, agregó, que los individuos clonados tienden a ser más grandes que los fetos concebidos de forma natural, lo cual es un riesgo para la mujer.
Allende reafirma que el tema ético es hoy la principal traba para seguir adelante. “Sería altamente irresponsable, y, por lo tanto, poco ético, que intentáramos proseguir, más allá de un embrión temprano, con un humano clonado, ya que ahí se termina la utilidad científica y médica de tal experimento“.
La clonación de la oveja Dolly en 1996 por parte de los investigadores del Instituto Roslin de Edimburgo fue la primera experiencia exitosa de este tipo.
Pero no resultó una práctica perfecta. “Nació bien y hasta tuvo crías, pero envejeció a los 7 años y tuvieron que sacrificarla porque padecía artrosis. El detalle es que esta enfermedad no se presenta en las ovejas sino hasta los 15 años”, cuenta el genetista de la UC Manuel Santos.
Pero Dolly fue clonada de una célula de glándula mamaria de una oveja que ya tenía siete años, es decir, su material genético tenía esa edad.
Así, el sueño de que una persona de 60 o 70 años pudiera clonarse para volver a nacer y recuperar su juventud se vería bastante complicado porque el clon ya tendría genes sexagenarios o septuagenarios.