Marca Rosa-Clot, un científico italiano que enseña en la Universidad de Florencia, inventó un modelo de paneles fotovoltaicos flotantes, que pueden ser dispuestos sobre superficies de agua, evitando así el sobrecalentamiento del aparato a la vez que permite que pueda ser movido más fácilmente.
El modelo, cuyo nombre completo es Floating Tracking Cooling Concentrator (FTCC), fue construido en los laboratorios de la Scienza Industria Tecnologica (SIT), una empresa con base en la provincia de Pisa, en Toscana.
Los paneles fotovoltaicos son instalados sobre balsas planas, que tras haber sido dispuestos sobre el agua pueden ser movidos en diferentes direcciones, para optimizar su exposición a la luz solar, lo que representa una ventaja respecto al mismo tipo de aparato en la tierra firme.
El agua, además, es utilizada para un mecanismo de enfriamiento de los paneles, que hace circular un fino velo de líquido sobre la superficie de los paneles, reduciendo así la temperatura que se va acumulando a causa de la exposición solar.
“Es una tecnología proyectada para cuencas de agua no utilizada, como las de las centrales hidroeléctricas: su costo es comparable con el de los paneles terrestres pero su funcionamiento permitiría de resolver varios problemas, y ante todo el de la falta de espacios: sólo en Italia tenemos más de 2 mil kilóemtros cuadrados de lagos artificiales utilizables”, subrayó Rosa-Clot conversando con ANSA.
La SIT ya instaló dos de estos aparatos en sendas localidades toscanas: uno en Suvereto, en la provincia de Livorno, y otro en Colignola, en la de Pisa, que actualmente produce uno 30 kilovatios, o sea la energía suficiente para abastecer cómodamente a una decena de familias.
Calculando un precio de unos 1600 euros por kilovatio, incluyendo el costo de instalación, esto significa que un aparato como el de Colignola cuesta unos 48 mil euros, lo que según los responsables de la SIT es un 20% de lo que cuesta un aparato equivalente en tierra firme.
Además de la ventaja del precio, subrayó Rosa-Clot, el sistema FTCC responde a las tres principales críticas que son formuladas contra los aparatos fotovoltaicos, o sea que ocupan demasiado espacio -terreno agrícola que no puede ser aprovechado, que tienen un impacto visual negativo y que parte de la energía producida se pierde por el sobrecalentamiento de los equipos.
Uno de los primeros clientes internacionales de SIT es la Techwin, una empresa de Corea del Sur que decidió instalar uno de sus aparatos flotantes en un lago artificial al sur de Seúl.
“El sistema ya está listo y armado, ahora sólo estamos esperando que llegue la primavera, porque las aguas del lago están heladas”, explicó Rosa-Clot, quien dijo que sus clientes coreanos están “encantados con las posibilidades del nuevo invento”.