Fuegos artificiales iluminan un barrio residencial de Pekín (China) durante las celebraciones del Año Nuevo Lunar hoy, 27 de enero de 2017. Las cifras de los establecimientos con licencia para vender fuegos artificiales disminuyeron en este 2017 con el fin de reducir la contaminación ambiental. Foto: EFE.
El tradicional festival pirotécnico con el que los chinos celebran la llegada del Año Nuevo en Pekín y otras ciudades del país se verá sustancialmente reducido este año con el fin de evitar un nuevo episodio de esmog.
La cifra de establecimientos con licencia para vender petardos y fuegos artificiales en la capital se redujo, por lo que el material pirotécnico adquirido por particulares es sustancialmente menos que en 2016 y de menor tamaño, según informa hoy (27 de enero de 2017) el diario China Daily.
En el centro de Pekín incluso se prohibió la venta de petardos. Además, las autoridades instaron a los funcionarios a dar ejemplo y prescindir de la pirotecnia para no contribuir la contaminación ambiental.
La fiesta del Año Nuevo chino, que arranca hoy a partir de medianoche, suele ir acompañada de petardos, cohetes y fuegos artificiales que, según la tradición popular, traen suerte y ahuyentan los malos espíritus.
El uso de material pirotécnico en la ya de por sí contaminada Pekín cubrió en el pasado la ciudad de una densa capa de esmog.
Además, es habitual que año tras año se produzcan accidentes con los petardos, que dejan centenares de heridos e incluso alguna víctima mortal.
Pero las prohibiciones no se limitan sólo a la capital, sino que se extienden a otras partes del país como la céntrica provincia de Henan o la metrópolis portuaria de Shanghai.
Según el calendario lunar chino, mañana empieza el Año del Gallo de Fuego, una combinación que sólo se da una vez cada 60 años. Ésta suele estar asociada a “importantes avances científicos“, optimismo e innovación, aunque también augura catástrofes naturales, apuntan los expertos.
El Año Nuevo es la fiesta más importante del año en China. Cientos de millones de personas se desplazan en el gigantesco país para visitar a sus familias, por lo que se refuerzan las conexiones por trenes y aviones