Se puede pegar en los intestinos, se demora siete años en salir del cuerpo o causa problemas estomacales son algunos de las advertencias más comunes para evitar que una persona se trague su chicle.
Esta golosina fue diseñada para que la persona la mantenga en su boca por tiempo ilimitado, muchos lo hacen como una forma de calmar la ansiedad, el estrés o simplemente lo consumen por su sabor. Por cualquiera que sea el motivo, desde pequeños los padres instruyen a sus hijos a no comerlos ya que puede traer consecuencias para la salud.
El doctor Richard Boada, pediatra, explica que no hay riesgos graves en ingerir un chicle pero tampoco es una práctica recomendable. Debido a su estructura, este no se digiere, como lo que pasa al ingerir un pedazo de caucho o una moneda.
El chicle puede tener en su composición un material sintético que es conocido como resina de goma. El aparato digestivo no puede digerir la resina y por esto se traslada por el sistema a través del “empuje” del intestino.
Dependiendo del organismo de cada persona, este es evacuado en uno o dos días pero no en siete años como se cree habitualmente. Además, aclara que no se adhiere a los intestinos ni hace que los órganos internos se peguen.
Según la revista ‘British Medical Journal’, el chicle puede relacionarse con problemas estomacales debido a algunos componentes como el sorbitol el cual también se utiliza en laxantes. Esta sustancia no se absorbe adecuadamente por el intestino, por lo que puede causar gases, hinchazón del abdomen o calambres intestinales, dependiendo de la cantidad ingerida.
Un estudio publicado en la revista Pediatrics reveló el caso de tres niños a los cuales se les encontraron restos de chicle en sus intestinos. Esto les causaba molestias estomacales y estreñimiento. El estudio demostró que los pequeños tragaban alrededor de cinco a siete unidades por día.
El pediatra explica que es poco probable que se pueda producir un bloqueo intestinal por ingerirlo, pero esto podría ser causado por tragar la goma de mascar en grandes cantidades o muy frecuentemente.
Es importante tener cuidado con los más pequeños y enseñarles que aunque no existe un riesgo grave para la salud al tragar un chicle, deben solamente masticarlo para evitar complicaciones.