Eutanos eligió trabajar con la Cofradía de la Cerveza 1516, porque ellos “son arduos seguidores del metal”. Foto: Archivo
Aunque hoy en día el consumo de cerveza en conciertos no sea el mismo de otras épocas debido a las normativas estatales sobre el consumo de alcohol en eventos públicos, eso no significa que la relación entre el metal y esta bebida ha cambiado. Y aunque este año dos grupos locales hayan lanzado cervezas con su nombre, este maridaje no lo inventaron los ecuatorianos.
El asunto se remonta a los inicios del rock n’ roll en EE.UU. (años 40) cuando todo concierto era disfrutado con ‘rubias’ de producción masiva.
Desde los 70, la predilección por el sabor de las artesanales empezó a ganar terreno, primero en Inglaterra y luego en toda Europa.
Extrañamente, el potencial de ‘marketing’ de ambos mundos no se dio sino hasta el 2010, cuando la cervecería Three Floyds de Indiana, creó la The Creeper Doppelbock de la banda Pelican.
De repente, la idea se expandió a varios actos de metal como Lair of the Minotaur, Eye Hate God, Pig Destroyer y Municipal Waste convirtiendo a la cervecería en referencia cuando se habla de lúpulos y distorsiones.
AC/DC, Amon Amarth, Impaled Nazarene, Iron Maiden, Kiss, Motorhead o Sepultura han elaborado distintos sabores (stout, weizen, lager, pilsner, ale o porter) con grados de alcohol tan poderosos como sus riffs (Amon Amarth 8,2%).
Lo cierto es que esta tendencia también llegó al Ecuador en febrero de este año, cuando Total Death sacó por su vigésimo aniversario una cerveza red ale, de 6,3%, con Sinners Brewery.
Tras un mes se agotaron las 500 botellas elaboradas. Ya se prepara un nuevo ‘stock’ de 500 más, que se puede reservar a través del Facebook del grupo.
Ahora es el turno de Eutanos, banda que prepara el lanzamiento de su brown ale, de 6,66%, para este 6 de junio (240 botellas) hechas por La Cofradía de la Cerveza 1516. Se las podrá adquirir en Casa Dixion (Lizardo García y 6 de Diciembre) y en Sade (Calama y Reina Victoria) además del Facebook del grupo.
En contexto
La mayoría de estos productos son de edición limitada. Se consideran como objetos de colección, dado que ya no es posible adquirirlos. Sin embargo, cervezas como las de Iron Maiden y Motorhead no se han dejado de producir debido a su éxito comercial.