El arqueólogo Richard Lunniss interpreta la simbología de las culturas ancestrales.
El arqueólogo británico Richard Lunniss ha estado siempre fascinado por el fenómeno del paisaje y por cómo las sociedades del mundo han respondido a él. En Salango, en el sur de la provincia de Manabí, encontró una población seducida también por el tema, que ha desarrollado por siglos una relación natural y espiritual con el paisaje, a través de la arquitectura, el rito y la ofrenda.
Desde 1982, cuando luego de trabajar en Machu Picchu (Perú) llegó al país -gracias a una invitación de Presley Norton-, el investigador ha centrado su trabajo en desarrollar modelos de interpretación respecto de la cosmología, la identidad, el paisaje sagrado y la ideología de las culturas de la Costa.
En la arquitectura y el arte precolombino de Perú subyace una preocupación con el poder y la fuerza. Pero las relaciones sociales de la Costa ecuatoriana en tiempos pasados “resaltaban la poesía de la existencia”, dice el arqueólogo, que finalmente se radicó con su familia en Puerto López.
Atendiendo a ese lirismo Lunniss se quedó en Ecuador, donde incluso nació uno de sus hijos: Martin, de 10 años. “Encontré en Salango y otros sitios de la región una sensibilidad más delicada y frágil en cuanto a las formas y configuraciones de la naturaleza y de la espiritualidad. La arqueología de la zona lo invita a uno a reflexionar profundamente, y con tranquilidad, sobre lo que fue y lo que es la existencia humana, y sobre lo que fue y lo que es su relación con el mundo”.
En la médula del análisis simbólico del centro ceremonial que surgió en Salango parece estar el Monstruo de Bahía, una vasija que representa un dragón bicéfalo y que combina elementos naturales e imaginarios derivados de diversas criaturas incluyendo los grandes felinos, las águilas y las serpientes.
El animal fantástico aparece en varias culturas de los Andes Septentrionales, pero su origen se localiza en el Ecuador, en la transición de la Cultura Chorrera a Bahía, unos 300 años a.C. La vasija, en forma de anillo vertical, jugaba -según Lunniss- un papel crucial en actos rituales cuyo propósito era lograr algún tipo de comunicación con el monstruo. También sugiere que probablemente la vasija contenía bebidas que estimularan la visión de la criatura que representa.
El Monstruo de Bahía fue uno de los principales actores en la mitología de la Costa hace 2 000 años, y en Salango ocupa una posición central en la iconografía de la cerámica. “Es en parte una destilación de las energías de los tres dominios del mundo natural: tierra, aire y agua. Y es una manifestación local de un importante Espíritu del Agua reconocido también, bajo diferentes disfraces, en otras partes de la Costa ecuatoriana, como en La Tolita”, explica el arqueólogo de 59 años.
Lunniss también ha realizado estudios comparativos a partir de otras piezas del Museo Presley Norton de Guayaquil como los monos en la cerámica chorrera y la iconografía del águila harpía. “Los artefactos nos ofrecen otra ventana sobre las filosofías de las antiguas sociedades”. La complejidad de los diseños y la riqueza iconográfica del arte precolombino reflejan percepciones del mundo, a menudo del mundo invisible de los espíritus.
El británico también ha puesto en valor las cualidades estéticas y creativas de la pintura iridiscente en las vasijas de cerámica de las culturas de la Costa, una técnica que se originó en Ecuador. El investigador realizó un estudio sobre luz, color y diseño enfocado en el fondo arqueológico del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC).
Luego de dos años de trabajo en temas de la Cultura Manteña, colaborando en la recuperación de Cerro Jaboncillo, 4 kilómetros al noreste de Portoviejo, Lunniss ha vuelto a Salango. Junto a su esposa, Deirdre Platt, ecóloga con estudios en arqueología, monitorean la apertura del sistema de alcantarillado en ese cantón, investigando otras zonas del asentamiento precolombino.
“El estudio origina nuevas preguntas, ofrece nuevas perspectivas y promete dar mucho más peso al valor de Salango en el contexto de la antigua historia de la Costa ecuatoriana”, refiere el investigador, que considera el registro y la publicación del centro ceremonial de esa comunidad como su mayor aporte a la arqueología del país. “Espero que poco a poco el valor de Salango llegue a lograr el reconocimiento que merece”, concluye.
Hoja de vida
RichardLunniss británico y autor de una veintena de títulos y artículos académicos sobre arqueología ecuatoriana, excavación de sitios y arte precolombino.
Prepara la publicación de dos libros sobre el Período de Integración costeño y el Paisaje y religión en la Costa.
El compromiso de Presley Norton, que investigó en Salango, le dio “un ejemplo para seguir”.