El Centro de Investigación para la Salud de América Latina (Ciseal) de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador se inauguró en Nayón, al nororiente de Quito. El edificio, de seis pisos y de ventanales grandes, está diseñado para tener una planta de 300 investigadores, según el director de la institución, Mario Grijalva.
Los laboratorios cuentan con el equipo necesario para estudiar patógenos e insectos que trasmiten enfermedades infecciosas que afectan a miles de personas en Ecuador y América Latina. La investigación científica de Ciseal está enfocada en desarrollar nuevas maneras de prevenir, controlar y eliminar estos agentes.
“Estudiamos enfermedades como la de chagas, malaria, dengue. Somos el centro de referencia para la calidad de sangre. Además estamos incursionando en cómo prevenir las enfermedades”, dijo Marco Neira, investigador del centro.
El Ciseal está ubicado en Nayón. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO.
Ciseal nació en el 2000 como un pequeño despacho de la PUCE. Fue una iniciativa en conjunto con la Universidad de Ohio (EE.UU.). Durante 16 años ha evolucionado en lo que ahora es esta institución: un centro con la infraestructura y tecnología que provee las bases para explorar las relaciones complejas entre los factores biológicos, sociales, económicos y medioambientales de las enfermedades infecciosas y crónicas.
Los científicos trabajan conjuntamente con instituciones internacionales para enfrentar los retos de la salud pública que integran el saber global con el conocimiento local. Por ejemplo, tres científicos del Instituto de Investigación para el Desarrollo (Francia) están trabajando con investigadores ecuatorianos y latinoamericanos en la enfermedad de chagas. Esta afecta entre seis y siete millones de personas en el mundo (la mayoría de ellas en América Latina, según un informe del 2016 de la Organización Mundial de la Salud).
Neira explica que actualmente están investigando nuevos métodos para controlar la resistencia a insecticidas de los vectores. Además, estudian el impacto del cambio climático en la dispersión de las enfermedades.