Un centro comunitario capacita a las madres en Zuleta

El plan, que se desarrolla en la comuna de Zuleta, Ibarra, combate la desnutrición. Foto: Francisco Espinoza para EL COMERCIO.

El plan, que se desarrolla en la comuna de Zuleta, Ibarra, combate la desnutrición. Foto: Francisco Espinoza para EL COMERCIO.

El plan, que se desarrolla en la comuna de Zuleta, Ibarra, combate la desnutrición. Foto: Francisco Espinoza para EL COMERCIO.

El centro comunitario para la promoción de la salud y nutrición Ayllupura Purinkapa Yachakushunchik (Avancemos Juntos en Familia, en español) iniciará la atención a mujeres y niños el próximo miércoles 24 de enero del 2018. Funciona en la parroquia Angochagua, en el suroriente de Ibarra.

El objetivo es que las madres aprendan temas como cuidado de las mujeres embarazadas, preparación de alimentos saludables, prevención de violencia intrafamiliar. Así, explica Hernán Sandoval, presidente del gobierno local, que impulsa este proyecto con el apoyo de Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

En la antigua sede de la Junta Parroquial, en donde funcionará este centro, se acondicionaron tres áreas. La primera, destinada al cuidado de niños. Otra servirá de sala de capa­citación y una más para la ­cocina, donde las vecinas de seis parcialidades de Angochagua prepararán los alimentos. El centro está equipado con muebles, equipos y juguetes, cuya compra fue financiada por Unicef.

El objetivo de este dispensario es disminuir los índices de desnutrición infantil que afectan a la población de la parcialidad kichwa karanki.

En el 2016 se detectó que el 30% de los 217 niños que habitan en la parroquia padecían de desnutrición, señala Viviana Treboles, coordinadora del Centro de Salud de Zuleta, que pertenece al Ministerio de ­Salud Pública.

“La mayoría son casos crónicos. Es decir, los infantes tienen una talla más baja de la ­media para su edad”.

Es por eso que entre las primeras medidas establecidas se crearon huertos familiares. En esos sitios, que ahora sirven como despensa de los campesinos, se producen hortalizas, verduras y frutas, que aportan para mejorar a la dieta de las familias. A la par se enseñó a elaborar platillos saludables.

Con la ayuda de técnicos en gastronomía y nutrición, se les capacitó en la preparación de recetas para aumentar el poder alimenticio de la comida, mediante fórmulas de bajo costo. Entre otras cosas, los vecinos aprendieron a armar bocadillos como la denominada carne de lenteja, huevos revueltos con acelga y hojas de remolacha, tortillas de quinua y banano, jugo de quinua con naranjilla y acelga.

Los dos primeros son los preferidos de Dayana, de 2 años­.
Elsa Sandoval, madre de la pequeña, comenta que diversificar la dieta le ha permitido mejorar la salud de su hija. Ella era una de las afectadas.

Sin embargo, Treboles señala que el problema aún subsiste en el 17% de infantes. “Es una afectación difícil de erradicar”. Por ello, elcentro Ayllupura Purinkapa Yachakushunchik atenderá en días y horarios establecidos a las madres y a mujeres que esperan un bebé.

En el caso de estas últimas, el objetivo es brindar la atención con el programa 1 000 Días. Los técnicos en salud indican que se ofrecen talleres teórico-prácticos sobre nutrición y entrega de alimentos, para que nazca un niño sano.

En un afán de aprovechar los recursos humanos de las comunidades indígenas, también se han ideado programas parecidos. En localidades rurales, como Zuleta por ejemplo,se ha convertido en aliados del sistema de salud pública a las parteras, curanderos, chamanes y fregadores.

En total son 10 personas que fueron identificadas por conocer sobre temas de salud tradicional, pero que ahora son capacitadas en el manejo de hierbas medicinales y la elaboración de pomadas.

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