Una carrera que se abre paso en el mundo del 3D

Animación, modelaje 3D y stop motion son algunas de las técnicas que aprenden los estudiantes de Diseño Gráfico y Multimedia

Animación, modelaje 3D y stop motion son algunas de las técnicas que aprenden los estudiantes de Diseño Gráfico y Multimedia

Atravesar la puerta de Tweening es entrar a otra dimensión. Dos personajes mitológicos son los guardianes del lugar y frente a ellos hay un ‘cadáver exquisito’, una composición de dibujos surrealistas, garabateados en un papel.

Aquí, entre la fantasía y la realidad, 22 estudiantes de la Escuela de Diseño y Comunicación Audiovisual, de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol), dejan que su creatividad fluya en bocetos que cobrarán vida en sus computadoras Mac.

El club Tweening es la génesis de un estudio de diseño y animación. En sus horas libres -que son pocas-, los alumnos de Diseño Gráfico y Web ponen en práctica las clases de modelaje en 3D y Animación. El producto final: videojuegos, cómics, cortometrajes…

Víctor Junco es el presidente de Tweening. “Para el 2016 seremos un estudio en el mercado. En el país hay unos cuatro estudios de animación, así que hay buenas oportunidades”.

En este club estudiantil, las grandes industrias de animación como Pixar son solo un referente. Los jóvenes buscan guiones originales y personajes frescos para luego escanearlos, vectorizarlos y modelarlos digitalmente. La española Iria Cabrera, profesora de modelaje en 3D, da las pautas para que los bocetos tengan volumen con programas como 3ds Max.

Así tomó vida ‘Corsarios del Pacífico’, un videojuego para PC diseñado por Tweening. Sus cuatro niveles transcurren en el Malecón 2 000 de Guayaquil. Santiago, el héroe, debe combatir con jaibas y cangrejos depredadores, el ejército del villano InfraMare.

Según datos de la Sistema Nacional de Nivelación y Admisión (SNNA) solo el 6% de los jóvenes se interesan por carreras ligadas a artes visuales.

Pero la tendencia crece y en Tweening están convencidos. Otra muestra de su decisión para llegar a las grandes ligas es el cortometraje ‘Milenaria’, en stop motion. Esta técnica que consiste en fotografiar monigotes de plastilina, como en la película ‘Pollitos en fuga’. “Milenaria’ dura solo un minuto y hacerlo fue eterno -cuenta Natasha Flores, vicepresidenta del club-. Solo para hacer un segundo hay que tomar 24 fotos”.

Trabajo de ciencia ficción

La evolución de la animación 3D en el país parece correr por las gafas oscuras de Efraín Paredes. El rector del Instituto Gráfico de Artes Digitales (IGAD) recuerda que fue uno de los pioneros en hurgar en este nuevo mundo del diseño. “En 1993 éramos muy pocos, unos tres o cuatro. Casi nadie sabía hacer animación”.

Él se especializó en Chile, con ‘software’ que operaba bajo fórmulas de programación. Ahora, 300 de los 500 alumnos del IGAD siguen la carrera de Diseño Gráfico, con programas más amigables como ZBrush.

En uno de los laboratorios, en pocos minutos, el profesor David Martillo esculpió el rostro de un temible duende con puntiagudas orejas. En su asiento, con el apoyo de un lápiz óptico, el alumno Christopher Jiménez seguía cada rasgo.

Paredes, quien además se especializó en efectos especiales en Cinema Makeup School de Hollywood, augura un buen futuro profesional para sus estudiantes. “Tenemos alumnos trabajando en Inglaterra, Canadá. Aquí en el país el mercado está surgiendo. Hay productoras que requieren gente que sepa animar 3D y los sueldos pueden llegar hasta USD 4 000 al mes”.

El rápido desarrollo tecnológico es otro plus para los alumnos. El IGAD está a la vanguardia con un equipo de Motion Capture o captura en movimiento, tal como el que usó Tom Hanks para dar vida al maquinista de ‘El expreso polar’. Este traje con sensores funciona en un set con cámaras especiales. Cada cámara capta un movimiento que luego lo repetirá en un muñeco en 3D.

Este tipo de herramientas hacen que más jóvenes se aventuren a otras carreras de última generación, como Multimedia. En el laboratorio Maac, de la Universidad Casa Grande, de Guayaquil, un grupo hacía trazos matemáticos para cambiar el fondo a un video de un motociclista desenfrenado.

Para hacerlo, usaron After Effects, un programa para crear efectos alucinantes como los del filme ‘Transformers’. “Los trabajos mejor pagados son los de postproducción o edición -dice al salón el docente Bernardo Henriques-, porque sin editor no hay película y sin posproducción nada queda como se ve en el cine”.

USD 4 000   es el sueldo que podría llegar a percibir un animador en 3D.

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