Jonathan Reichental, CIO de Palo Alto, fue el segundo ponente magistral del Campus Party 2014. Habló sobre cómo cambiar el futuro de las ciudades para volverlas ‘smart’. Foto: EL COMERCIO
Lo primero que dijo Jonathan Reichental, CIO de la ciudad de Palo Alto, dijo al subir al escenario del Campus Party fue: “Deben estar cansados de los Power Point. Yo también traigo un Power Point hoy, así que tratare de hacerlo interesante.
Vestido de forma casual con una chaqueta negra y jeans oscuros a juego, el líder tecnológico invitó a los asistentes a embarcarse en un viaje junto a él y a soñar un poco…sobre el futuro de las ciudades.
El recorrido empezó con una fotografía de una ciudad que lucía, sin lugar a dudas, caótica y Reichental invitando a los campuseros a fijarse muy bien en ella, a mirarla muy de cerca. Tras algunos minutos sentenció: “es una ciudad no planificada”.
Así, el CIO de Palo Alto dedicó su conferencia a plantear una solución para este tipo de ciudades. Pero antes, tomó un ‘camino paralelo’ y habló sobre la ciudad de donde viene, ayudado de una animación de 3D. Mediante esta herramienta tecnológica pudo mostrar a los asistentes desde los alrededores de la misma, hasta el edificio en el cual trabaja.
Palo Alto está a 30 millas de San Francisco y es el lugar de nacimiento de Silicon Valley. Tiene 65 000 habitantes fijos y 60 000 flotantes que llegan y se van a diario. Además cuenta con una de las universidades más prestigiosas de EE.UU. y del mundo, Standford.
Reichental prosiguió con su recorrido y fijó la ruta. Para lograr- en el futuro- ciudades mejor diseñadas se necesita crear un nuevo sistema operativo y para construirlo hay cuatro paradas fundamentales: cultura, data, compromiso y aplicar el concepto ‘smart’.
La cultura hace referencia a la transformación, en cómo y por qué se van a aplicar cambios en determinadas ciudades. En cuanto a los datos, el galardonado líder, se explayó al considerarse un amante de la data.
Llevó sus ideas a terreno práctico presentando una lámina (de Power Point) muy particular. Ésta mostraba un mapa con miles de puntos verdes. Ante la mirada incrédula de los campuseros Reichental aclaró que se trataba de una visualización de los árboles que existen en Palo Alto, con información completa de cada uno.
Con este ejemplo buscó demostrar que hacer los datos disponibles para los ciudadanos en general es clave y que la data debe ser abierta por ‘default’. De esta manera los interesados en cambiar el ‘juego’ tienen a la mano toda la información necesaria para hacerlo.
Los datos, entendidos como conocimiento abierto y disponible para todos, ayudar a entender la manera en la que la ciudad se está desarrollando y así poder poner en marcha soluciones adecuadas. La importancia de la data en la regeneración de las urbes es tal que el CIO llegó incluso a afirmar que hoy en día “la data en las ciudades está salvando vidas”.
Por otra parte, para explicar qué implica el compromiso en el proceso de evolución de las metrópolis, el segundo ponente magistral del Campus Party utilizó una metáfora en la que identificó a los gobiernos como máquinas expendedoras y a los ciudadanos como los consumidores de los productos de la misma.
En este sentido el modelo se reduce a que los ciudadanos pagan impuestos y el Estado brinda servicios. Este pensamiento desde la perspectiva de Reichental está gastado y no sirven para cambiar el rumbo de las urbes en el futuro.
La última parada de la ruta, es convertir una ciudad obsoleta y caótica en una que obedezca a los dogmas del concepto ‘smart’, que en resumen no es más que tomar la decisión de partir de cero, con un nuevo sistema operativo, una nueva estructura y así reinventar la metrópoli.
El CIO de Palo Alto aprovechó los últimos minutos de su conferencia para retar, o cuestionar a los asistentes, ¿están listos para ayudar a crear un nuevo sistema operativo para su ciudad?, sentenció.