Una campaña en Tungurahua busca evitar la tala de la palma de cera en Semana Santa

La tala, transporte y comercialización de la palma de cera está penada por la Ley Forestal. Foto: cortesía Ministerio del Ambiente

La tala, transporte y comercialización de la palma de cera está penada por la Ley Forestal. Foto: cortesía Ministerio del Ambiente

La tala, transporte y comercialización de la palma de cera está penada por la Ley Forestal. Foto: cortesía Ministerio del Ambiente

Una campaña busca erradicar la tala y comercialización de la palma de cera en Semana Santa. La iniciativa denominada ‘Tradición y conservación van de la mano’ fue presentada hoy, martes 4 de abril del 2017, en las instalaciones de la Dirección Provincial del Ministerio del Ambiente, en Tungurahua. La cruzada se extenderá hasta el sábado 8 de abril.

El objetivo es evitar el uso de esta planta debido a que es el hábitat de los loros orejimarillo y el perico cachetidorado, están en peligro de extinción. Según los técnicos, la palma crece en las estribaciones de las cordilleras y llega a su etapa de madurez a los 80 años, puede alcanzar los 30 metros de altura.

Diego Bastidas, director Provincial del Ministerio del Ambiente en Tungurahua, explicó que al talar una de estas palmas afecta a la alimentación no solo de los loros o pericos que se alimentan de su fruto, sino de otras aves, reptiles y mamíferos.

Recomendó a los feligreses que todos los años participan de las procesiones de Domingo de Ramos utilicen materiales alternativos como el arrayán, sigsi, romerillo, ciprés, espigas de trigo y cebada, totora, rama de maíz, que no afectan al ambiente.

Contó que la tala, transporte y comercialización de la palma de cera o conocido como ramos está penada por la Ley Forestal con multas que van entre los USD 400 a 4 000. La campaña para evitar el uso de la palma arrancó hace cinco años y tiene resultados.

Según Bastidas, en el 2013 que arrancó esta cruzada se encontraron 1 200 arreglos con palma de cera y se sancionó a 32 infractores, el año pasado llegó a las 85 y dos personas infractoras. “Esperamos que este año no se use las palmas, por eso se realizan operativos en las plazas y mercados de la ciudad. Los controles se extendieron a las vías de ingreso y salida a la ciudad”.

Diana Clavijo, una de las voluntarias en la campaña, aseguró que la idea es llegar con el mensaje a todos los sectores. “El objetivo es que la gente no compre, no corte y no destruya la palma de cera, debido a que daña el habitad de los animales”.

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