El Ministerio del Ambiente y el Jardín Botánico de Quito emprenden una campaña para la conservación de la palma, planta que es usada en el Domingo de Ramos.
Una de las razones principales por las que se emprendió esta tarea es que la palma de cera es el lugar de anidación de dos especies de aves: el loro orejiamarillo y el perico cachetidorado.
Esta especie de flora crece en las estribaciones andinas, desde Venezuela hasta Bolivia, entre los 900 m y los 3 500 m de altitud, donde se han registrado 12 variedades del género Ceroxylon. En Ecuador se han identificado seis especies de esta palma.
De acuerdo con la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza, las tres primeras están consideradas como vulnerables. Esta categoría de amenaza indica que una especie enfrenta un alto riesgo de extinción en estado silvestre en el futuro mediato.
En el noroccidente de Pichincha, el loro orejiamarillo migra cada año a sitios con palmas, pero cada vez es menor su presencia por la falta de esta vegetación.