La riqueza del Camino del Inca va más allá de sus componentes históricos y arqueológicos. En el trayecto, recientemente declarado como Patrimonio de la Humanidad, también existe una amplia biodiversidad de flora y fauna que dan a la ruta un valor agregado.
Entre las especies se destacan las plantas curativas, que fueron empleadas por los indígenas que recorrieron el camino hace más de cinco siglos.
Un ejemplo claro de este tipo de flora se encuentra en la parroquia de Cojitambo, que pertenece Azogues, ubicada a 30 minutos de Cuenca.
Danilo Minga, biólogo y profesor de la Universidad del Azuay, aseguró que en el Complejo Arqueológico de Cojitambo -por donde cruza el Qhapac Ñan– existen alrededor de 100 especies de plantas medicinales. Esta cifra la determinó el estudió de flora que se realizó en ese lugar en el 2011.
Entre las especies se destaca la quisquis sacha, una flor amarilla recomendada para el malaire. También la moradilla, utilizada para la tos.
Estas plantas fueron parte de la cultura de los incas, ya que eran utilizadas para sus rituales y para curar diferentes dolencias. Sin embargo, Minga lamentó que sean pocas las comunidades que preservan estos saberes todavía.
Con ese criterio coincidió el dirigente de la organización indígena Tucayta, José Morocho, quien señaló que hay plantas que no se usan por desconocimiento. Para evitar eso, contó que con las organizaciones campesinas del sector se inició un proceso de recuperación de los saberes ancestrales de la flora del Camino del Inca.
El objetivo -dijo- es que las personas mayores compartan con la población sus conocimientos. A decir del arqueólogo Mario Garzón, es importante que se conozca cómo antiguamente en el Camino del Inca existían los Chasqui Huasis (casas del caminante), lugares donde a las personas que transitaban se les brindaban aguas aromáticas y medicinales para que continuaran la extensa ruta.
Otro componente fundamental del Qhapac Ñan es su gran diversidad de fauna.
En el documento ‘La Gran Ruta Inca’ y el uso sostenible de la Biodiversidad, elaborado por la Comunidad Andina y la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), se destacan 15 áreas importantes para la conservación de Aves (IBA) que atraviesan por el Camino del Inca en territorio ecuatoriano.
Por esta razón, Juan Manuel Carrión, director de la Fundación Zoológica, aseguró que el Qhapac Ñan puede ser promocionado como un sitio para la observación de aves. Allí se puede encontrar una amplia gama de pájaros con sus nombres ancestrales, como guairagchuros, quilicos, mirlos y pájaros brujos.
Además, en esa zona existen al menos 50 variedades distintas de quindes. En las áreas más cercanas al bosque andino es posible divisar coloridas tangaras y pájaros insectívoros.
Por ello, ahora se deben analizar alternativas para conservar la biodiversidad del Camino y lograr un turismo sustentable, a través del conocimiento de las especies. “Esta ruta debe ser promocionada como un camino de contemplación de la belleza natural y está claro que se deben establecer reglas para las visitas”, dijo Carrión.
Giovanni Onore, director de la Fundación Otonga, manifestó que este camino ancestral cruza por distintos pisos climáticos, por lo que la diversidad varía en cada provincia.
De ahí la importancia de establecer mecanismos de conservación que no alteren los ecosistemas naturales.
El experto, especializado en el estudio de insectos, indicó que a lo largo del Qhapac Ñan habitan, entre cientos de otras especies, catzos blancos, escarabajos peloteros, mariposas, abejas…
Según información remitida por el Ministerio del Ambiente (MAE), en el componente ambiental y ecológico del Camino del Inca se registraron 326 especies de plantas vasculares, 56 especies de mamíferos, 124 especies de aves, 8 especies de anfibios y reptiles, 3 especies de peces y al menos 8 grupos de invertebrados.
Adicionalmente, la antiquísima ruta inca pasa cerca de importantes áreas protegidas y reservas de biósfera, como las Reservas Ecológicas El Ángel y Cayambe-Coca; así como también por los parques nacionales Sangay y Cajas, que guardan una inmensa cantidad de especies de flora y fauna.
En contexto:
El 21 de junio pasado, el Camino del Inca o Qhapac Ñan fue declarado Patrimonio de la Humanidad por las Naciones Unidas. Luego de la declaratoria, se anunció que se potenciaría el turismo comunitario en las zonas por las que atraviesa esta extensa ruta.