Entrevista a Cecilia Analuisa, directora del Centro de Educación y Promoción Popular.
El Ministerio de Educación (ME) ha intentado promover la territorialización de la Educación ¿Por qué todavía no se logra implantar esta política en el Ecuador?
Si el Estado asume la obligación de ofrecer un servicio educativo, este tiene que ser de calidad. Lo que ha fallado, en más de 120 años que tiene el Ministerio de Educación, es en no ofrecer una Educación de igual calidad. Además, la supervisión se enfoca en que se cumplan los horarios y que se presenten reportes.
Gloria Vidal, de esta Cartera de Estado, ratificó que hay planteles mejores que otros al decir que premiará a los abanderados con un cupo en colegios prestigiosos
El ME está obligado a hacer que todos los colegios sean equiparables y que las familias puedan mandar con confianza a sus hijos a cualquier colegio fiscal. Los supuestos prestigios de los colegios deberían demostrarse en altos estándares de calidad. Más que la tradición, lo que debería definir el prestigio sería la calidad de los docentes, en las evaluaciones.
¿Por qué los padres insisten en inscribir a sus hijos en colegios emblemáticos, aunque estén lejos de su casa?
Toda persona quiere que sus hijos tengan lo mejor, quieren asegurar su futuro. En el caso de la Educación, quisieran un buen servicio, porque saben que por esa vía pueden conseguir otra clase de logros, de trabajo, de participación social, de reconocimientos, de desarrollo de talentos.
El ME lleva a cabo campañas de evaluación y capacitación docente ¿Es un paso?
Sí, el problema es que esto ha sido tratado como capacitación y lo que los profesores necesitan es estudiar. Se capacita a las personas que ya saben algo. Hay muchos que no tienen una formación completa para ser verdaderos docentes. Se contratan bachilleres porque no hay a quién más.
¿Por eso algunos optan por la educación pagada?
Quienes tienen más recursos económicos lo hacen, porque es la mejor manera de garantizar que sus hijos estudien todo el año, que no existan paralizaciones. De alguna manera pueden exigir que ese servicio sea bueno. Pero donde mejora la educación fiscal va disminuyendo la privada. En otros países, por ejemplo EE.UU., la mayoría va a centros públicos.
¿Por qué la zonificación funciona en otros países, como en Estados Unidos?
Allí no hay la opción de decir “yo me quiero ir a tal lugar”, excepto que me traslade de domicilio. Se tienen que aceptar unas normas de planificación, porque se da la opción del mismo servicio aquí y en toda la ciudad. Hay otros países como Chile, que por cada estudiante aumenta el presupuesto, si pierden alumnos, es menos presupuesto también.
¿Cuáles son los beneficios de esta política educativa?
Nosotros (Centro de Educación y Promoción Popular) hicimos un estudio en el 2004 y notamos que diariamente viajaban desde el valle de Los Chillos hasta Quito unos 8 000 estudiantes. Y de Quito a Tumbaco, 13 000 personas. Es un va y viene de gente que usa tiempo, energía y recursos. Si se tiene un buen servicio en cualquier lugar, da lo mismo ir a la escuela A, B o C. Se acude a donde resulta mejor y obviamente lo más cómodo es lo más cercano.
¿Se necesita predisposición de la población?
El punto no está en que yo voluntariamente me quiera ir a cualquier lugar. Hay que poner orden y eso cuesta esfuerzo. Hemos estado acostumbrados a tomar decisiones según las oportunidades, a la palanca o a la suerte. Eso no puede continuar. Si prefieren ir al otro lado, el ME tiene un claro indicio de que algo está pasando y tiene que hacer los correctivos. Si el director no funciona y los profesores son malos, entonces le toca cambiar.
¿Qué se debe hacer antes de implementar una política de territorialización?
Se necesita una planificación geográfica y poblacional. La creación de establecimientos ha sido anárquica, no ha sido planificada. También está ligado con la organización de servicios adicionales como el transporte escolar. Los padres gastan mucho en eso, es costoso y complejo. En el caso de Quito dificulta el traslado en los 10 meses de clases, porque los del norte van al sur y viceversa.
¿El tamaño de las ciudades complica la planificación?
En lugares pequeños es fácil zonificar y decir dónde se instala un servicio porque se tiene idea del perímetro geográfico, el número de familias, de potenciales usuarios, cuántos atender. El problema se agrava cuando va creciendo el espacio. En nuestro país el crecimiento poblacional se ha cuadrificado en los últimos 50 años.
¿Cómo llegar a la gente?
Con los mensajes adecuados. Se debe reconocer que pese al esfuerzo que se ha hecho todavía hay cosas por corregir. Lo que el Ministerio de Educación propone se lo tiene que cumplir, de tal manera que la ciudadanía gane confianza en el servicio.