Durante la autopsia, los investigadores descubrieron que el ballenato albergaba grandes cantidades de plástico en su estómago. Foto Referencial: Flickr
Investigadores de la universidad noruega de Bergen hallaron 30 bolsas de plástico y todo tipo de restos de ese material en el estómago de un ballenato.
El cetáceo tuvo que ser sacrificado el pasado fin de semana en la isla de Sotra, al oeste de Bergen, porque se movía una y otra vez hacia tierra firme.
Como no es nada habitual que un ballenato de Cuvier aparezca en aguas nórdicas, el cadáver del cetáceo, de más de dos toneladas, fue sometido a varios preparativos para ser trasladado al Museo de Historia Natural de Bergen.
Durante la autopsia, realizada en el departamento de biología marina de la universidad, los investigadores descubrieron que el ballenato albergaba grandes cantidades de plástico en su estómago.
“Estaba lleno de bolsas de plástico y envases con texto en danés e inglés”, dijo este jueves 2 de febrero a DPA el zoólogo Terje Lislevand. La capa de grasa del ballenato era muy fina y sus intestinos estaban casi vacíos, señal de que el cetáceo había adelgazado.
Probablemente, el plástico formó un tapón en el estómago del mamífero marino. Según el zoólogo, el ballenato debió de haber sufrido mucho y por eso buscaba una superficie plana.