Bolívar traza una ruta para turistas

Los recorridos fluviales en esta zona se hacen en embarcaciones fabricadas en la misma parroquia de Bolívar, con guías. Fotos: cortesía Municipio de Bolívar

Los recorridos fluviales en esta zona se hacen en embarcaciones fabricadas en la misma parroquia de Bolívar, con guías. Fotos: cortesía Municipio de Bolívar

Los recorridos fluviales en esta zona se hacen en embarcaciones fabricadas en la misma parroquia de Bolívar, con guías. Fotos: cortesía Municipio de Bolívar

Luego del terremoto de abril, 30 mujeres afros se organizaron para promover el turismo en una de las zonas más afectadas de Muisne. Actualmente conforman una asociación que impulsa el turismo ancestral en la parroquia Bolívar.

Se trata de la Asociación de Servicios Turísticos Manglares de Bolívar que está cerca de un manglar bañado por las aguas del río del mismo nombre. Desde allí, y por iniciativa de estas mujeres, sale una ruta con guías nativos.

Mientras se navega por el estuario en embarcaciones de la misma comunidad, los turistas pueden visitar el manglar por un sendero de 200 metros. Por allí se accede a un mirador para divisar todo el verdor del mangle.

Durante este trayecto, las mujeres de Bolívar muestran sus técnicas de extracción de conchas desde las raíces de los mangles cuando hay marea baja. Eso permite llegar hasta lo más profundo de este bosque tropical.

La ruta incluye una caminata opcional en los alrededores de una finca de la parroquia de Bolívar para conocer la flora.

Cuando crece la marea, se recorre el río hasta llegar al mar, para luego ir a la isla Los Pájaros, a Esmeraldas, Júpiter y Portete, desde donde se observan los acantilados de Mompiche.

Reversides Castillo, una de las 500 concheras de Bolívar, explica que una de las paradas más importantes es precisamente la de Portete. Allí se recuerda todos los años el palenque africano (sitio de llegada de los afros desde África).

Cada 12 de noviembre, unos 500 afroecuatorianos llegan a esa zona para recordar el encallamiento de una embarcación que transportaba esclavos y que pereció frente a las islas de Portete.

En ese sitio, hace 10 años, se encontraron vestigios de lo que pudo haber sido ese barco que zozobró y se llevó consigo a Alonso de Illescas, una de la figuras sobresalientes para el pueblo afro.

En la comunidad hay un espacio con capacidad para alojar a los turistas. Allí también se realizan actividades artísticas.

Los guías nativos hacen toda una reseña de lo que significa Illescas para esta etnia, pues al sitio llegan los palenqueros de Imbabura y los pobladores de las comarcas del norte de Esmeraldas, para recordar ese día con una romería, rituales afros y cantos de arrullos.

La ruta cultural continúa con la visita al centro temático, en el centro de la isla. Allí hayun amplio salón y una marimba en el centro para las presentaciones de cantores, danzarines y decimeros.

Uno de los decimeros es Linver Nazareno, compositor de El terremoto de Muisne o la llegada de los africanos a esa tierras. Nazareno dice que la cultura no puede estar desligada del turismo, por eso presenta sus coplas a los turistas que navegan en Bolívar, acompañados por las historias.

Las mujeres que extraen conchas cultivan cacao y plátano, ofrecen cebiches y encocados. Otra de las delicias es el tamal de concha acompañado de una taza de chocolate o el plato denominado Sabor mi manglar (cebiche, concha asada y mejillones).

Teresa Chila, una de las socias, prepara otra de las especialidades: el seco de piacuil, ostiones y almejas, que extraen del manglar que está frente a la isla.

David Chila, presidente de la Junta Parroquial de Bolívar, trabaja con las concheras para que haya facilidades de crédito a través de BanEcuador, para reactivar la economía de la población que vive de la concha, la actividad pesquera y que ahora le apuesta al turismo.

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