Betty Bastidas concluyó seis años de rodaje

En ‘Dream Town’, la directora ­ecuatoriana cuenta la historia de un deportista y un sueño cumplido. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.

En ‘Dream Town’, la directora ­ecuatoriana cuenta la historia de un deportista y un sueño cumplido. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.

En ‘Dream Town’, la directora ­ecuatoriana cuenta la historia de un deportista y un sueño cumplido. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.

En el cine, el paso del tiempo es muy relativo y es susceptible de manipulación a partir de una serie de trucos y herramientas propias del lenguaje audiovisual, según las necesidades de la producción. Pero cuando se graba una película que sigue la vida de un personaje durante seis años de su vida, el paso del tiempo adquiere un importante peso narrativo.

Eso es lo que ocurre en ‘Dream Town’, el largometraje de la directora Betty Bastidas, que narra la vida de tres jóvenes afrodescendientes que se enfrentan a una serie de extraordinarios retos en su afán por convertirse en jugadores profesionales de fútbol.

La producción de este filme documental empezó hace seis años como un proyecto de tesis para la producción de un cortometraje. Bastidas, ecuatoriana radicada en Estados Unidos, viajó al Ecuador con el propósito de retratar una historia de superación. Fue así como empezó a entrevistar a varios deportistas que militaban en las divisiones inferiores del fútbol ecuatoriano, hasta dar con Carlos Maldonado, Ulises de la Cruz y Aníbal Chalá.

Luego de concluir el cortometraje e inspirada por la historia de vida de Chalá, la fotógrafa y realizadora audiovisual decidió convertir el proyecto en un largometraje con el joven futbolista como protagonista.

El talento natural como ventaja y la necesidad de mejorar la situación económica para su familia llevaron a Chalá a convertirse en un reconocido futbolista, mientras la directora seguía su trayectoria matizada por triunfos, fracasos y momentos dolorosos, como la muerte de su padre.

La directora asegura que en la historia de un adolescente introvertido que se convirtió en un deportista profesional y exitoso se dibuja la esperanza de alcanzar un sueño con la que cualquier espectador puede identificarse. Pero el proyecto también se propone reivindicar la historia, la cultura y la realidad de la comunidad afro­descendiente en Ecuador.

El proyecto recibió USD 25 000 como fondos de fomento del CNCine para completar la etapa de posproducción. En las últimas tres semanas se terminó el rodaje de las escenas finales en la localidad de La Concepción, en un momento en que Chalá regresa a visitar la tumba de su padre con una promesa cumplida.

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