Como si fuera algo común, Carlos Sandoval, de 18 años, señala: “todos soñamos con ir a Harvard, en algún momento de la vida”.
Lo dice mientras acomoda su portátil, en la biblioteca de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ). Allí cursa el cuarto semestre de Ingeniería Industrial, gracias a una beca.
Pese a no tener la oportunidad de acceder a esos estudios, que cuestan USD 10 000 por año, no se le ha quitado de la cabeza la idea de prepararse en el extranjero. En el 2015, también por mérito académico, espera seguir durante un año su carrera en Chicago, a través de un programa de intercambio.
Ese deseo de cruzar la frontera en busca de un título universitario es compartido por otros bachilleres. Desde el 2010 hasta ahora han aumentado las oportunidades para graduarse fuera. El país tiene 7 200 becarios; 550 de ellos en carreras de pregrado. El resto estudia maestrías, doctorados y posdoctorados.
Una carrera de tercer nivel le cuesta en promedio al país USD 250 000, pues dura unos cinco años y se paga con impuestos. En el cuarto nivel se invierte menos, lleva dos años.
Hasta el 2006 no hubo una convocatoria abierta de becas para bachilleres. Solo convenios entre instituciones públicas y países amigos, que ofrecían cursos de cuarto nivel.
Pablo Sánchez, de 20 años, quiere acceder a una beca. Se graduó el año pasado en el Colegio Nocturno Rumiñahui. En el preuniversitario Newton, en la av. 12 de Octubre, se prepara para rendir el próximo Examen Nacional de Educación Superior (ENES), el 29 de marzo.
Este año es un requisito para todos los bachilleres y desde el 2012 permite tener un cupo en las universidades públicas. Además es como un pasaporte para integrar el Grupo de Alto Rendimiento (GAR), que recibe preparación especial para postular a centros extranjeros.
“Me encanta el arte tecnológico y la animación 3D y 4D; para hacer películas como ‘Toy Story'”, señala Sánchez y comparte su anhelo: llegar a la U. de Maryland, en EE.UU., para especializarse en cine y video.
Vive en San Juan y su padre, de 66 años, está jubilado. Su carrera no existe en el sistema público. Tiene un hermano de 30 años, quien no puede ayudarle a costear su meta en una U. privada local, ya que recién está por terminar su Tecnología en Primeros auxilios y urgencias, en la Cruz Roja.
Alexander Yagchilema también busca aprobar el ENES. Estudia en el preuniversitario Crecer, en la av. Colón. Tiene 18 años y es bachiller del Miguel de Santiago, en el sur de Quito. Desea seguir Mecatrónica o Robótica en Oxford, Reino Unido. Él cree que contar con la nacionalidad española podría ayudarle.
No conoce sobre el programa de becas de la Secretaría Nacional de Educación Superior (Senescyt). Ni los requisitos para postular por un lugar en universidades norteamericanas. Por ello considera innecesario estudiar inglés, asegura que de obtener un cupo viajará a EE.UU., para aprender el idioma al interactuar con nativos.
Eso no es posible. Uno de los requisitos para ser admitido en una institución de ese país es pasar el Toefl o Test of English as a Foreign Language. Esa prueba mide la fluidez y conocimientos en inglés.
Ese es uno de los campos en los que la Senescyt entrena a los integrantes del GAR. Son unos 500 estudiantes que obtienen los mejores puntajes en cada ENES. Dentro de su política ‘cazatalentos’ les ofrecen la posibilidad de nivelarse en 9 meses. Además de clases intensivas del idioma les refuerzan en matemáticas, lectura comprensiva, para que puedan rendir exámenes internacionales semejantes al ENES.
El 60% de los GAR participa de la nivelación. Y de estos, la mitad es admitido en universidades extranjeras. Los demás deciden dejar las clases e insertarse en universidades locales.
Carlos Sandoval, becario de la USFQ, integró el GAR. Pese a tener un buen nivel de inglés, para ganar tiempo, decidió aprovechar la beca nacional, que ganó en un concurso de física del Colegio Einstein, cuando cursaba el segundo de bachillerato del Técnico Experimental de Aviación Civil.
Su padre, Iván, recuerda que en la Escuela Alberto Merani hicieron que saltara el tercero de básica. En esa época integraba la selección de ajedrez de Pichincha. Iván reconoce el talento en su hijo, recomienda cultivarlo y apoyarlo, para que los chicos piensen en grande.
En contexto. Hasta el 2006 en Ecuador hubo 610 becarios solamente de cuarto nivel. Eran funcionarios públicos de instituciones como Petroecuador y el ex Inecel. En esa época no existía una convocatoria abierta o programas de becas para tercer nivel.
5 requisitos para hacer una aplicación en U. extranjeras
- Un programa denominado Becas de Excelencia permite postular a una de 175 universidades del mundo. Se accede al apoyo de Senescyt con una carta de aceptación de estos centros.
- Los requisitos para acceder a una U de EE.UU. son entre otros pasar el SAT. Es un test estandarizado. Evalúa conocimientos específicos en materias de segundo y tercero de bachillerato, es en inglés.
- El IECE pide que cada becario presente un responsable solidario. No dejan garantías económicas de ningún tipo, se busca que usen adecuadamente alrededor de USD 250 000 de la beca.
- La Comisión Fulbright a través del Programa Opportunity costea preparación y costos de postulación de chicos de segundo de bachillerato, con 18/20. Inscripción: hasta el 15 de marzo.
- Latinaustralia asesora gratis a estudiantes para que obtengan los requisitos y apliquen a universidades de ese país. No son tan exigentes en cuanto al inglés, incluyen un semestre de preparación.
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