La basura electrónica incluye electrodomésticos, celulares, computadoras e impresoras. Foto: Archivo.
Celulares viejos, electrodomésticos dañados o controles de TV que ya no se utilizan terminan en un basurero común o guardados en algún rincón del hogar, sin saber cómo reciclarlos.
Estos productos forman parte de los 4,6 kilogramos de basura electrónica que generó cada ecuatoriano durante el 2014. En el mundo la cifra asciende a 41,8 millones de toneladas
de desechos.
Los resultados se publicaron en un estudio realizado por la Universidad de las Naciones Unidas (UNU), el pasado 20 de abil. Según la investigación, desde el 2010, el número aumentó en ocho millones de toneladas, por lo que se prevé que para el 2018 la cantidad ascienda hasta los 50 millones.
Para Ruediger Kuehr, uno de los autores del informe, la reducción en la vida útil de los aparatos electrónicos es lo que ha contribuido al aumento de desechos. Además, estos no son reparados, por el contrario, son reemplazados por nuevos.
“Los consumidores también están interesados en comprar aparatos baratos, que en su mayoría no se pueden reparar para abaratar su diseño”, afirmó Kuehr en una entrevista que dio a la agencia EFE.
Del total de basura electrónica, un 60% pertenece a electrodomésticos grandes y pequeños, mientras que celulares, computadoras e impresoras son parte del 7%.
Estos artefactos tienen compuestos que no solamente afectan al medioambiente, sino también a la salud por sus materiales tóxicos como plomo y mercurio.
En el ámbito económico, las pérdidas son evidentes. Según los resultados de la investigación estos artefactos contenían recursos como oro y otros minerales que se cotizaron en USD
52 000 millones.
Aunque los primeros puestos de la lista lo ocupan Estados Unidos y China por ser países avanzados en cuanto a tecnología, los autores aseguran que este es un problema que terminará afectando a todo el planeta.
En la actualidad, seis países latinoamericanos ya se ubican dentro de los 40 lugares del mundo que más se deshacen de sus aparatos electrónicos.
Brasil ocupa la octava posición con 1,4 millones de toneladas de basura, seguido por México en el puesto 11, mientras que Chile lidera como país en la región que más basura produce por habitante.
Una de las mayores preocupaciones de la ONU es que solamente un 17% de la basura se recicla en el mundo.
Según Fernando Granizo, coordinador ambiental de Telefónica Movistar en Ecuador, es importante que las personas no desechen sus dispositivos móviles en la basura común, ni intenten quemarlos. Al hacer esto, liberarán sustancias tóxicas que incluso han sido asociadas con el cáncer.
Para él, se debe buscar formas de motivar a las personas para que reciclen sus aparatos electrónicos, ya que no es muy fácil que se deshagan de ellos, incluso por los vínculos emocionales que se llegan a establecer.
Es por eso que la empresa maneja una campaña donde los usuarios deben depositar sus teléfonos antiguos en los locales de la empresa, y serán recompensados con USD 15 de saldo divididos en tres meses.
Todos los residuos se envían a un gestor ambiental calificado en el país que separa todas las piezas del dispositivo.