El ballet folklórico Pacha Samy amplía su propuesta con la artesanía
El ballet folklórico Pacha Samy, en una de sus obras, muestra la cotidianidad de los tsáchilas en la agricultura y en sus danzas autóctonas en las que evocan a sus dioses. Foto: Cortesía Pacha Samy
La nueva propuesta del ballet folklórico Pacha Samy es una iniciativa que busca dar a conocer los sitios icónicos y el personaje autóctono de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Este trabajo es el resultado de un proceso de registro de su marca, en el que buscan que el tsáchila sea conocido en artesanías y artículos en miniatura.
En ese portafolio del proyecto se incluye al cerro El Bombolí, que fue impreso en camisetas que los integrantes del ballet ofrecen a quienes asisten a sus presentaciones.
Pacha Samy dio detalles de estas gestiones en el marco de su cuarto aniversario celebrado el pasado 27 de agosto.
Jhon Ángel Jumbo, el director del grupo, cuenta que lo que se quiere es abrir el abanico de propuestas artísticas, siempre priorizando la danza y ahora la muestra de artesanías y prendas de vestir ante el público.
Para esto, presentaron la propuesta de registro ante el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI). Hasta tanto, Pacha Samy ya difunde los artículos de su marca en las presentaciones que se realizan en la provincia.
Pero también dan a conocer que en materia artística, lograron patentar ante el IEPI las obras ‘Amor Andino’ e ‘Imbabura’, que fueron las piezas con las que se iniciaron en el 2012 como agrupación.
La primera es un homenaje a los indígenas y refleja cómo se enamoran, su esfuerzo para el trabajo y su alegría.
La pieza artística tiene una duración de seis minutos y es retratada en el escenario por los 15 integrantes del grupo.
Imbabura, en cambio, se refiere a la costumbre propia de esa provincia, la gentileza de su gente y la alegría que muestran sus habitantes en el baile.
Pero esta agrupación también rinde homenaje a los chagras, saraguros, otavaleños y tsáchilas. Jumbo comenta que la idea de registrar la marca es ampliar la difusión de estas culturas a escala internacional.
“El público nos puede ver y decir que lo hicimos lindo, pero también es importante que lleven consigo un recuerdo que sirva como registro de nuestro paso por sus sitios. Eso lo intentamos hacer con las artesanías tsáchilas y las camisetas con el cerro Bombolí”.