El tratamiento de la enfermedad de parkinson se encamina hacia nuevos avances gracias a una terapia génica experimental que permitió mejorar los trastornos motrices y la calidad de vida de una quincena de pacientes con una forma evolucionada de la enfermedad.
“Los síntomas motrices de la enfermedad mejoraron hasta 12 meses después de la administración del tratamiento en todos los pacientes, incluso hasta cuatro años después en los primeros operados”, dijo el profesor Stephane Palfi, neurocirujano francés que dirigió el ensayo clínico cuyos resultados fueron publicados en la revista médica británica The Lancet, recientemente.
La enfermedad de parkinson es el mal neurodegenerativo más frecuente después de la enfermedad de alzheimer. Afecta a unas 5 millones de personas en el mundo y a 120 000 solo en Francia.
Realizada por un equipo de investigadores francobritánicos, el estudio clínico de fases 1 y 2 fue elaborado en 12 pacientes tratados desde el 2008 por el profesor Palfi en el hospital Henri Mondor de Creteil y tres en el hospital Addenbrookes de Cambridge.
Tras cuatro años, los investigadores creen haber podido demostrar la inocuidad a largo plazo de este método innovador para introducir genes.
Frecuentemente clasificada como un trastorno del movimiento, el parkinson también desencadena alteraciones en la función cognitiva, en la expresión de las emociones y en la función autónoma.