Las aspiraciones de los niños cambian al crecer

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Expertos afirman que las profesiones se empiezan a definir en la adolescencia. Imagen: Ilustración de mct direct

Astronautas, paleontólogos, policías o bomberos son algunas de las profesiones a las que aspiran los niños en la adultez. El entorno, los deseos de sus padres y la exposición a diversos estímulos son factores que moldean el deseo de los más pequeños. Pero, ¿realmente se cumplen estas ideas en la adultez?

Según la psicóloga Paulina Barahona, durante la infancia lo que más influye en sus decisiones es el entorno próximo. Las actividades que los niños observan en sus padres o en las personas con las que tienen mayor afinidad son aquellas que van a moldear sus deseos para el futuro.

Además, los padres depositan en los hijos las aspiraciones que ellos siempre quisieron cumplir. Más allá de ser positivo o negativo, es una actitud que estos siempre van a adoptar, según explica Barahona. Pero esto no significa que los menores van a asumir estos deseos en el futuro, ya que es el adolescente quien decidirá si cumplir o no estos deseos.

Un estudio realizado por la consultora española Adecco refleja que de 2 000 niños y adolescentes encuestados, entre 4 y 17 años, solo 5,4% quiere seguir el camino de sus padres en el mundo laboral. Pero los niños sí quisieran que sus futuros hijos sean como ellos.

Para Daniela Serrano, orientadora y psicóloga educativa, el medio que influye sobre los menores también está compuesto por libros y materiales a los que están expuestos cuando inician su vida escolar. Desde la guardería los niños empiezan a formar un concepto de las diversas profesiones que existen y cuáles son las actividades que cada una desempeña.

Las más heroicas o fuera de lo común son aquellas que atraen a los pequeños. Al ver libros del espacio, de cómo se formó el planeta o de las hazañas de policías y detectives, estas ideas capturan la atención de los menores quienes se imaginan poder ser como ellos.

Ese fue el caso de Joaquín Montero, quien desde los 5 años siempre estuvo seguro de su vocación. Inspirado en los cuentos que le leían sus profesores y familiares en la niñez, soñaba con ser antropólogo, aunque nadie en su familia compartía esta profesión. Cuando llegó la adolescencia todos pensaban que sus metas profesionales cambiarían, pero estas se mantuvieron.

Él forma parte de la minoría que cumple su deseo en la adultez, según lo explica la orientadora, ya que en la adolescencia se empiezan a tener ideas más “realistas” del futuro. Con el paso del tiempo, aparecen otros factores como la estabilidad económica y el surgimiento de nuevas opciones.

La seguridad económica es un aspecto importante según el estudio de la consultora Adecco, pues reveló que uno
de cada cuatro de los encuestados aspira a ganar grandes cantidades de dinero aunque no ejerza una profesión que realmente le guste.

La afinidad con las materias también incide en el cambio de decisión ya que van descubriendo sus capacidades. Por ejemplo, un joven que quiere ser médico no tiene un concepto claro hasta que cursa materias como biología o química. En este punto empieza a formar una idea real de lo que implica la profesión y es cuando ocurren los cambios de opinión, en la mayoría de casos.

Para las dos especialistas es importante que desde pequeños los niños tengan la libertad suficiente para poder pasar por el proceso de descubrimiento de sus verdaderas afinidades.

En contexto

Una investigación realizada en España reveló que las aspiraciones profesionales más comunes que tienen los niños son futbolista, policía e ingeniero civil. En las niñas se encuentra primero el deseo de ser profesora seguido por veterinaria y luego actriz.

No olvide

El apoyo de los padres es importante para que el niño se sienta seguro de que tiene la libertad para hacer su elección.

El inicio de la guardería es la etapa en la que empieza a tener una idea de las profesiones y de lo que aspira a ser de adulto.

Los exámenes vocacionales son una opción para quienes no han definido su profesión al terminar el colegio.

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