Marine Grabiel (izq.) y Nicolás Aguirre, dos de los artistas, están junto a la obra ‘Sismógrafo’, que consiste en un foco. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Desde escuelas de Bellas Artes de Montpellier y París, 11 estudiantes llegaron a Quito para hacer una muestra colectiva que explique su forma particular de ver a Ecuador. La iniciativa fue de Nicolás Aguirre, que es ecuatoriano, estudia en Montpellier e invitó al país a algunos de sus compañeros y amigos artistas.
Durante una semana, ellos formaron parte de una residencia artística en el taller de Yolanda Cárdenas, ubicado en La Floresta. El proyecto se llamó ‘From A To B’ y su nombre representa los dos puntos tan alejados que visitaron los 11 estudiantes: Francia y Ecuador.
“La idea era llegar sin ideas y sin materiales, solo con el equipaje. Había visto el espacio en la Alianza Francesa y me pareció un lugar muy interesante para montar la exposición”, explica Aguirre, hijo del afamado pintor Marcelo Aguirre. Obras plásticas y digitales se exhiben en la muestra colectiva ‘From A To B’, que pone al descubierto el recorrido de los artistas, sus experiencias en Ecuador y su visión de este corto viaje.
Once obras se exhiben de forma gratuita en la Alianza Francesa. La primera es ‘Llegar demasiado tarde y salir temprano’, de Felix Mazard, un video de 16 minutos filmado en el auditorio de ese escenario cultural y que muestra imágenes sin principio ni final.
La instalación ‘Stockage’ consta de una caja en la que se reúnen los pasajes del avión, los boletos, las facturas, los bocetos y todos los materiales que los artistas utilizaron para planificar y crear la muestra. Tiene un cajón a un costado que contiene copias de algunos dibujos inéditos y que pueden ser tomados por los asistentes. Esta obra fue creada por Aguirre y Marion Lish.
‘Cajas sonoras’ es un trabajo de Pierre Peres, que consiste en cuatro cajas de diferentes colores dentro de las cuales los espectadores pueden escuchar la ciudad, los bosques, las calles y un concierto.
La obra ‘Sismógrafo’ consta de un foco cuya luz parpadea dependiendo de la cantidad de pasos que se dan cerca de él o de la cantidad de personas que lo rodean. ‘Alfabeto’, de Chloe Viton, es un mural pintado con carboncillo que muestra las letras del alfabeto, pero con objetos cuyo nombre empieza con la letra que se exhibe.
Otra de las obras es ‘Yezoaire’, de Marine Grabiel: una demostración de plantas invasoras que se propagan sobre los terrenos perturbados. ‘Visitor’ es una estructura que simula ser el cohete Curiosity, pero junta datos de Ecuador.
También están ‘En vacances’, ‘Vía azul’, ‘On regarde la terre qui plie’ y ‘Terra preta’, que fusionan las artes. La muestra ‘From A To B’ estará abierta hasta el próximo 7 de octubre de 2016.