Arte urbano para curar las heridas de un barrio durante mucho tiempo olvidado: es la apuesta que hace la ciudad de Málaga, en el sur de España, en un momento en que este movimiento artístico adquiere reconocimiento.
Los edificios de terreno Heredia, una zona entre el puerto y el río Guadalmedina, conservan huellas de su pasado burgués del siglo XIX. Pero con el tiempo, sus calles se convirtieron en refugio de prostitutas y traficantes, los apartamentos fueron abandonados y se multiplicaron los sex-shops con nombres evocadores como Hamburgo o Amsterdam.
El barrio recupera ahora poco a poco los espacios verdes y peatonales, la iluminación fue mejorada y las fachadas pintadas. Y para hacer más visible esta renovación urbana, sus artistas apelaron a algunos grandes nombres del arte urbano.
El estadounidense Shepard Fairey, mundialmente conocido por su retrato de Barack Obama Hope, y el británico D*Face, realizaron dos enormes murales que reciben al visitante a la entrada del barrio.
En el primero, una mujer en blanco y negro enarbola un mensaje de Paz y libertad, mientras el segundo muestra el rostro de un piloto de caza, estilo cómic, para ilustrar la paz y la guerra.
“Hemos pensado que un proyecto de ‘street art‘ podía contribuir a dar esa imagen cultural que deseábamos”, explica Fernando Francés, director del Centro de Arte Contemporáneo de Málaga y partícipe en el proyecto.
Una cincuentena de artistas tuvieron carta blanca para apropiarse de fachadas y persianas metálicas de comercios, aceptando que su trabajo está destinado a desaparecer. Y ya se lanzó una convocatoria para realizar nuevas obras en unos meses.