Investigadores ecuatorianos y rusos han participado en excavaciones junto a pobladores de Chanduy y Santa Elena. Foto: Cortesía Espol
La más reciente visita de investigadores de la Universidad Federal del Extremo Oriente de Rusia a Ecuador incluyó la extracción de ADN de huesos excavados en el sitio Real Alto (Santa Elena). El objetivo es develar características genéticas del pueblo Valdivia y compararlas con culturas similares del extremo oriente ruso y del Mar de Japón.
Un equipo de tres científicos rusos visitó Guayaquil y la provincia de Santa Elena entre abril y mayo de 2017. Regresaron a su país con muestras cuyo análisis genético se realizará en las próximas semanas en Suecia. Las muestras de cerámica se analizarán en para decodificar las peculiaridades de la tecnología y obtener fechas de carbono.
“Queremos conocer de qué lugar en concreto provenían los antiguos pobladores del Nuevo Mundo”, indicó el arqueólogo Andrei Tabarev, uno de los especialistas rusos precursores del proyecto.
En esta ocasión, la antropóloga física Alisa Zubova, del Museo de Antropología y Etnografía St. Petersburgo trabajó con la morfología de restos humanos excavados. “Trabajamos con comparaciones antropológicas, con la forma de cráneos y con los dientes que son marcadores informativos sobre contactos entre grupos más antiguos de pobladores”.
La cultura Valdivia (3500 al 1800 a. C.) se convirtió en objeto de la atención de los rusos que realizan un análisis comparativo con la cultura simultánea Boisman, en el mar de Japón, debido a la similitud de las herramientas con el pueblo ancestral de Ecuador.
El programa de la Universidad Federal Rusa y la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) nació en el 2010, durante una primera visita de expertos rusos a las que luego se unieron también investigadores de Japón. Un convenio firmado entre las universidades en el 2013 abrió una nueva etapa de las relaciones.
En la reciente visita, los arqueólogos realizaron un análisis detallado de materiales arqueológicos de Real Alto, tanto los excavados por ellos mismos en 2014-2015, como los recolectados en los años 1974 y 1975; principalmente en dos grandes colecciones de cerámica y huesos humanos.
“Nos ha sorprendido que la cerámica más temprana de Valdivia es desde un inicio muy variada, sumamente decorada, muy fina y linda. No solo se trata de contenedores de uso diario, sino de las expresiones culturales y psicológicas”, indicó Tabarev, que estudia la decoración estética también como una forma de transmisión de ideas y de información.
La investigación pretende descartar o confirmar las hipótesis sobre las migraciones y los primeros asentamientos en América, a través del estudio comparativo de culturas marítimas de la costa del Ecuador, de la costa de Extremo Oriente de Rusia y de Japón.
“Pensamos que el poblamiento inicial de América del Sur provino del oriente de Asia, existe una evolución de ideas, prácticas y actividades de pobladores de Asia en el complejo Real Alto. Y los pobladores iniciales de Asia tenían una economía marítima, por lo que creemos que la migración fue costera, bordeando el mar”, agregó Tabarev.
Entre los objetivos de la más reciente campaña de los expertos rusos en Ecuador, se encontraba también el de la organización de una nueva fase de excavaciones entre octubre y noviembre del 2017, en el Complejo Cultural de Real Alto, en la parroquia Chanduy del cantón Santa Elena.
Tabarev destaca no solo la intervención en el proyecto de arqueólogos y estudiantes ecuatorianos, sino también la participación de la población local en los trabajos de campo y en las indagaciones sobre su propio pasado ancestral.