El amplio corredor tiene mucha luz natural y fusiona las partes antigua y moderna de forma armónica. Fotos: www.designboom .com
Las casas antiguas son de los sitios más tradicionales en China. Son verdaderas instituciones, en cuyos interiores se refuerza el imaginario y las costumbres del gigante asiático.
Lamentablemente, y como sucede en todas las ciudades del mundo, en algunos de estos inmuebles el tiempo y la falta de un mantenimiento adecuado han actuado como termitas, dañando los acabados y hasta las estructuras.
En ese estado se encontraba hasta inicios de este año un conjunto mixto en forma de L, de 450 m², ubicado en el tradicional distrito Hutong de Pekín y que cuenta con cinco casas antiguas y tradicionales y dos de acero, corroídas parcialmente.
Entonces llegó Archstudio (Han Wenqiang, Cong Xiao, Zhao Yang) y transformó este reducto de Dongcheng en una hermosa, funcional y renovada casa de café-té donde los comensales pueden leer y socializar mientras disfrutan de su tiempo de té, como lo explica una reseña de https://www.archdaily.com.
El edificio, que albergó originalmente salones de reuniones para negocios y empresas, se transformó en una cafetería que une la tradición más rancia con la modernidad.
La premisa principal fue transformar el lugar pero respetando su valioso valor arquitectónico intrínseco, pues una de las alas (norte) era anterior a la Dinastía Qing.
El diseño de rehabilitación fue selectivo y tuvo como condicionantes de diseño la edad del edificio, su valor económico y su estatura histórica, explicó a https://www.esignboom.com, Han Wenqiang, el principal arquitecto del estudio.
Por esa razón, según Wenqiang, se trabajó por crujías o alas construidas.
En el ala norte se repararon las mamposterías mediante la sustitución de los ladrillo que estaban en mal estado. Esta intervención fue muy cuidadosa y controlada para garantizar el aspecto histórico de la habitación. Se protegieron elementos esenciales como los pisos originales y las cubiertas de madera y tejas tradicionales chinas.
En el ala sur, en cambio, se pudieron realizar transformaciones más profundas, especialmente en algunas paredes y en parte del techo. Las partes este y oeste se demolieron y se transformaron en una amplia estancia con estructura de madera y tejado a dos aguas.
El nuevo entorno exigió requisitos de confort que la arquitectura anterior no podía sostener. Arch Studio resolvió este problema mediante un amplio e iluminado corredor que crea una transición suave desde el pasado hasta el presente. Por eso, los tabiques divisorios de las zonas construidas con los patios y una gran galería se elaboraron con vidrio templado de gran resistencia.
Como toda construcción china emblemática, la construcción está cargada de simbolismos, explica Archdaily.
En la galería, el espacio en blanco transparente significa las edades del tiempo. Y todo el recorrido de la L, entre los tres salones de té habilitados, representan el camino desde la edad oscura a la de la luz; un contraste entre lo moderno y el pasado; y un diálogo mutuo entre el pasado y el futuro. Bosques de bambúes ubicados estratégicamente ponen el verde.