Vista aérea de la zona de El Ejido, enclavada en el centro norte de Quito. Varios árboles patrimoniales se encuentran en este parque. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO
La ornamentación urbana es tan solo una pequeña parte de la importancia que tiene el árbol dentro de la ciudad. Ocho de estos proporcionan las 9,5 toneladas de oxígeno que anualmente respira una persona. Asimismo, su presencia en las calles, según un estudio realizado en Toronto, se traduce como un aumento salarial de USD 10 mil ya que limpian el aire de quienes viven en las urbes, reduciendo considerablemente sus gastos en servicios de salud.
Datos como estos recobran su importancia este 28 de junio, fecha en la que se celebra mundialmente el Día del Árbol. Y en esta ocasión, vale repensar cómo se encuentra la relación entre la ciudad y las zonas arborizadas.
En materia de salud, vecinos de los sectores La Vicentina y La Biloxi, en Quito, rescatan la importancia de tener árboles en zonas donde practican deportes. Muestra de ello es lo que piensa Daniel Molina, quien todas las mañanas corre por aproximadamente una hora hacia el sur de la ciudad. Dice que la vasta cantidad de árboles de gran tamaño alrededor de su casa es un incentivo para salir a respirar aire puro.
Jorge Polo, especialista en árboles del Municipio de Quito, explica que ahora existe una mejor comprensión del papel del árbol de grandes proporciones en el espacio público. Dice que anteriormente las autoridades pensaban que la poda indiscriminada de un pino, por ejemplo, ayudaba a equilibrar las fuerzas entre lo que se quiere ver de la planta vs. el diseño urbano.
Para Polo, uno de los grandes errores es pensar que al podar un árbol se va a poder tener una planta más fuerte, verde y menos molesta para casas y peatones. Sin embargo, lo cierto es que cortar sustancialmente las ramas de un árbol reduce su vida útil a unos 30 años. Esto, según el botánico Leonardo Pérez, es un problema a futuro ya que estas prácticas implicarían tener, en los próximos años, plantas juveniles que no lograrían procesar la cantidad de CO2 que producen los centros urbanos.
Otro factor que se suma en la importancia por mantener los árboles en la ciudad es su capacidad para retener el agua en la época de lluvias. El informe ‘Árboles y desafíos del cambio climático’, realizado por el Reino Unido en el 2012, asegura que una ciudad ahorra en promedio USD 3,80 en materia de manejo de desastres ambientales de por cada árbol plantado en zonas urbanas.
Ley en Quito
La ordenanza 282 garantiza el derecho de las personas a la arborización urbana.
Municipalidad
Según la Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas, en Quito se podan técnicamente 335 árboles semanalmente.
Diversidad
Ecuador cuenta con un 10% de todas las especies de plantas que existen en el planeta.