Andrés Calamaro dio una noche de tangos, boleros y rock acústicos

Andrés Calamaro se presentó la noche del 22 de junio de 2017 en el Teatro Nacional Casa de la Cultura. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO.

Andrés Calamaro se presentó la noche del 22 de junio de 2017 en el Teatro Nacional Casa de la Cultura. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO.

Andrés Calamaro salió al escenario de la Casa de la Cultura con un ritmo poco común en su repertorio: una salsa. Foto: Facebook/ Andrés Calamaro

Andrés Calamaro demostró que tiene licencia para cantar. El argentino visitó el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura el jueves 22 de junio de 2017, con la gira Licencia para cantar, con la que promociona su más reciente trabajo discográfico, ‘Romaphonic Sessions’.

Ese disco fue grabado en dos días y, según había dicho el artista, no estaba planeado. Pero el resultado fue una gira de conciertos nítidos, íntimos y con ovaciones de pie para Calamaro.

El cantautor salió al escenario de la capital ecuatoriana con un ritmo poco común en su repertorio: una salsa. Se trató de un cover de la canción El cantante, que vibró en la voz de Héctor Lavoe. ‘Romaphonic Sessions’ se destaca por eso: es un álbum lleno de reversiones, tanto de canciones del mismo Calamaro como de las bandas que integró y de otros artistas que fueron cuidadosamente seleccionados.

Al recordar su paso por la popular agrupación Los Rodríguez, Calamaro entonó éxitos como 7 segundos, Para no olvidar y Mi enfermedad. También tuvo un momento al ritmo del bolero, con la canción Algo contigo que, según dijo en el micrófono, es de los pocos boleros que se han hecho en su natal Argentina.

En complicidad con su público, que llenó casi en su totalidad el escenario musical, Calamaro supo colocar momentos de euforia y otros de silencio por parte de sus fans. En la tarima, acompañado por una orquesta compuesta por piano, batería y contrabajo, el argentino hizo propicias interacciones con el público, narrando el repertorio y contando anécdotas sobre algunas de las canciones.

Otra de las bandas que integró, Los abuelos de la nada, también sonó en Quito, con el tema Himno de mi corazón. El día que me quieras (Carlos Gardel), Garúa (Aníbal Troilo) y La copa rota (Benito de Jesús) fueron los temas que completaron el ‘setlist’ de reversiones, que incluyeron géneros como el tango.

Pero Calamaro se llevó los aplausos con las reversiones de sí mismo: canciones como Los aviones y ¿Quién asó la manteca? fueron coreados por el público ecuatoriano. La canción que se robó más de un suspiro y que le significó a Calamaro las ovaciones de pie fue Tuyo siempre.

Para el final de la presentación, el argentino interpretó sus infaltables canciones, como Estadio Azteca, Flaca y Crímenes perfectos, para cerrar su presentación con la aclamada Paloma.

Suplementos digitales