La edición de marzo de Playboy abandona el desnudo frontal que caracterizó a la revista por tantos años. Foto: AFP.
Cada vez la fecha está más próxima: 12 de marzo; pero, para quienes han seguido el cambio de Playboy y el fenómeno cultural que con ello se manifiesta, ya llegó el adelanto de lo que será su ‘revolucionaria’ portada y su nuevo ultra popular ‘centerfold’.
Cumpliendo lo anunciado en octubre del año pasado (por mercado, por popularidad, por competencia, por nuevos tiempos), la edición de marzo de Playboy abandona el desnudo frontal y total que era la marca de sus páginas. Pero no es solo del destape de lo que se ha despojado la revista; sino de una manera de construir sus imágenes, de esas grandes sesiones con material prefabricado, del maquillaje desbordante y de los pincelazos digitales de retoque.
La propuesta que reemplaza a esa estética parte de otras intenciones, se busca algo más natural y cercano, lejos de esa perfección triunfo de la tecnología.
Así, en la portada está Sarah McDaniel, sugerente ya por su gesto, ya por esa complicidad con el mundo de las redes y el ‘selfie’. Es el personaje indicado para el giro editorial y gráfico de la revista: a McDaniel no solo la identifica su heterocromía, sino la naturaleza de sus retratos con los que conquistó el ciberespacio y la fama entre los ‘millennials’ y compañía, quienes la tomaron por referente de modelaje y expresión alternativa de la belleza y del cuerpo femenino.
McDaniel tiene 20 años (podría aparentar menos), lo cual empata con el intento de los directivos de la revista de apelar a lectores más jóvenes: ahora quieren imágenes aptas para mayores de 13 años… lejos de esa ‘R’ que la calificaba (“La idea de las fotos era que se me viera desde la perspectiva que lo haría mi novio”). El dato: la edad promedio de los visitantes del sitio web de Playboy cayó de 47 a 30… En el fondo de todo está la era del ‘smartphone’… otra evidencia: “heyyy ;)”
Las páginas centrales también parten de otras intenciones. Para marzo estará en ellas Bree Hemingway, modelo de 28 años, recostada, cubierta, insinuante, íntima… simula cercanía y ‘accesibilidad’, como lo haría la virtualidad de una foto de perfil en Facebook y con los tonos o filtros de Instagram, casi, casi…
Bree Hemingway, bisnieta del magnífico escritor –y prototipo de ‘macho’ bebedor y cazador, aficionado del box y las corridas-, posa para convocar a otras masculinidades, diversas…
Esa reminiscencia del escritor de ‘Fiesta’ y ‘Adiós a las armas’, también prefigura la constancia de reportajes y firmas en las páginas de texto. Como también se había anunciado en octubre, Playboy –en esta estrategia a la que se ‘debe’, en una adaptación obligatoria para no desaparecer de frente a la Web- contará con investigaciones y columnas, esta vez, escribe el noruego y premiado literato Karl Ove Knausgaard (autor de las seis novelas autobiográficas, bajo el título de ‘Mi Lucha’) y, además, estará -como entrevistador- James Franco, uno de esos ‘bichos raros’ de Hollywood y rostro común en el imaginario ‘millennial’.
Aunque, Scott Flanders –actual director de Playboy- dijo que “la desnudez ya era algo pasado de moda”, la nueva revista aún contará con desnudos; pero fotografiados desde ángulos ‘estratégicos’ y haciendo de las manos disimulado cobertor.
Sobre eso, se permite el grano y el ruido, una imperfección para lucir más natural. Tal vez es el momento para hacerlo, paradoja en días donde la virtualidad ha sido excusa para verse o mostrarse más ‘real’, según se mueven las tendencias del ‘norm core’, el ‘no make up’, el ‘no filter’…
Así, el exclusivo ‘Entertainment For Men’ -que subtitulaba las siete mayúsculas y al conejo con pajarita, en cada portada desde 1953- ya no va más, para abrirse a un público más vasto y con los recursos –se supone- que corresponden a esta era ya distante de los ‘rituales de iniciación’, de los cuales Playboy, sus desnudos y su ocultamiento eran parte.