(De izquierda a derecha) Juan Martín Cueva, Arturo Yépez, Sebastián Cordero y Diego Araujo conversaron con EL COMERCIO acerca del estado actual del cine nacional. Fotos: Archivo EL COMERCIO
Colombia recibió este 14 de enero de 2016 su primera nominación a un Oscar, en la categoría de filmes de habla no inglesa. La película ‘El abrazo de la serpiente‘ compite con otras cuatro obras procedentes de Francia, Hungría, Jordania y Dinamarca para llevarse el premio mayor.
La cinta de Ciro Guerra estuvo también presente en varios festivales internacionales y se hizo acreedora del ‘Art Cinema Award’ en Cannes e inauguró en el país el Festival de Cine La Orquídea de Cuenca.
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¿Por qué Colombia sí y Ecuador no? La respuesta podría tener varios factores. Directores, docentes y críticos del cine nacional hablaron sobre el estado actual del cine en el país y de si es posible soñar con una nominación en un futuro cercano.
Juan Martín Cueva (CNCine)
El director del Consejo Nacional de Cinematografía (CNCine) explica que “el cine colombiano tiene un mercado mucho más amplio que el mercado ecuatoriano. Colombia tiene alrededor de 48 millones de habitantes, por lo tanto hay una audiencia mucho más diversa”.
Juan Martín Cueva asegura que los recursos públicos no deben ser destinados hacia un único objetivo como la nominación a los Oscar. “Obviamente es una muy buena noticia para el cine colombiano y latinoamericano, pero los resultados de la política pública de un Estado no pueden apuntar a algo tan específico”, afirma.
Cueva puntualiza que no es posible sacar conclusiones simplistas de un fenómeno complejo, refiriéndose al estado actual de cine ecuatoriano. “Me parece absurdo etiquetar la situación del cine nacional con una sola palabra. Yo no creo ni en el boom ni en la debacle” y agrega que a la cinematografía nacional “le hace falta seguir en el camino que ha emprendido”.
La relación con la audiencia es, según Cueva, algo que se debe continuar desarrollando en el país. “El reto más grande es cómo y dónde encontrar los públicos que existen”, asegura. En cuestiones de estrenos, el responsable del CNCine afirma que “se ha alcanzado un nivel de producción impensable hace una década, aunque tampoco estamos en una situación perfecta a la que no se le puede pedir ninguna mejora”.
El apoyo de las instituciones públicas es un tema crucial al hablar de cine emergente. En este ámbito, Cueva asevera que existe “un fondo de fomento que se ha convocado anualmente desde el 2007 y que ha ido creciendo progresivamente, desde USD 700 000 hasta USD 1 600 000, que fue el presupuesto que se manejó el año anterior”.
De cara a la situación económica actual del país y a los recortes presupuestarios, muchos cineastas y productores se preocupan por los fondos de fomento. “Este año tenemos definitivamente un recorte importante. Vamos a emprender inmediatamente una serie de gestiones para ubicar fuentes de financiamiento y convocar al Fondo de Fomento este año. Pero no quisiéramos hacerlo con un monto demasiado bajo”, asegura Cueva.
La página oficial de Facebook del CNCine publicó este martes 19 de enero de 2016 un pronunciamiento que intenta aclarar la situación: “La disponibilidad presupuestaria actual no permite realizar por el momento una convocatoria del Fondo de Fomento Cinematográfico. Sin embargo, aspira a que una serie de acciones en curso (trámite legislativo del proyecto de Ley Orgánica de Cultura, gestiones mantenidas por el CNCine con instituciones nacionales e internacionales, vías de financiamiento desde el ámbito privado, etc.) posibiliten lo antes posible la convocatoria del FFC”.
Sebastián Cordero
El director de filmes ecuatorianos de gran impacto como ‘Ratas, ratones y rateros‘ o ‘Pescador‘ asegura que se siente muy contento de la nominación de ‘El abrazo de la serpiente’ a los Oscar, porque “es una película a la que estuve muy cercano durante el proceso de elaboración y sé que significó un arduo trabajo de varios años llevarla a cabo”.
Para el cineasta, “no existe un solo factor por el que todavía el Ecuador no haya sido nominado”, sino que se debe a una convergencia entre varias situaciones. Uno de los factores importantes, según Cordero, es que “el cine ecuatoriano es relativamente joven”. Agrega que la mayoría de cineastas ecuatorianos son jóvenes y que todavía tienen camino por recorrer antes de llegar a una nominación a los premios.
Sobre el estado en general del cine ecuatoriano, Cordero afirma que “no creo que estemos ni frente a un ‘boom’, ni tampoco creo que se debiera calificarlo como una debacle”. Agrega que sin duda alguna, los últimos años han sido los mejores para Ecuador en número de producciones, pero que muy pocas de estas películas han destacado.
Diego Araujo
‘Feriado‘ del director Diego Araujo, llegó en el año 2014 al Festival Internacional de Cine Berlinale en Alemania y ha sido uno de los mayores logros para una película ecuatoriana. Para él, “lo que está pasando ahora en el cine ecuatoriano va en contra de lo que necesitamos”. El director asegura también que son diversos los factores. La economía es uno de ellos. “Colombia tuvo en el 2015 un presupuesto estatal de USD 4,5 millones para producción de cine”, afirma.
Para el director además “hay una distancia del público local con el cine ecuatoriano y hay un poco la visión de que los cineastas estamos gastando los impuestos de los ecuatorianos en hacer películas caprichosas”. Araujo asegura entender de cierta manera esta apatía del público, sin embargo, también menciona que “en el cine ecuatoriano van a haber algunos aciertos dentro de muchos desaciertos”.
“A nuestras producciones les falta experiencia, estamos naciendo como cinematografía”, dice Araujo como referencia al estado actual del cine en el país. Opina que todavía queda mucho por aprender y menciona que “Colombia tiene una gran tradición de cine desde los años 80, con el estreno de ‘La estrategia del Caracol‘”, una de las películas colombianas de mayor éxito.
Arturo Yépez
Para el profesor de cine en la Universidad San Francisco de Quito, “el tema del Oscar es bastante complejo en cómo se hace esa selección”. Asegura que para la categoría de mejor película de habla no inglesa, se busca siempre películas con una visión particular, que logren captar la atención tanto del público nacional, como internacional.
‘El abrazo de la serpiente’ es el tercer largometraje dirigido por Ciro Guerra. Con estos antecedentes, Yépez asegura que “ya hay un trabajo previo de este director que justamente está buscando una estética propia y la película en sí tiene también un guión muy particular”. Yépez además afirma que el proceso de producción del filme fue “muy riguroso”.
“La base de cualquier producción cinematográfica es siempre el guión. Con un buen guión aseguras tener una buena peli”, asegura el docente. Para Yépez, el Ecuador está en una “etapa de opera prima”. Esto quiere decir que, de muchas producciones, la mayoría son películas cuyos directores han incursionado en el mundo del largometraje por primera vez.
“El cine es un trabajo que se va aprendiendo conforme se lo va haciendo”, asegura Yépez. Por lo tanto, “en este momento no tenemos mucho de dónde escoger para seleccionar una película que podría estar nominada a un Oscar”. Para el docente universitario, lo que le falta al cine ecuatoriano es “rigor en todos los aspectos de la producción”. Sin embargo, Yépez se declara optimista y cree que es algo que “naturalmente se tiene que ir haciendo”.
Eduardo Varas
El docente de periodismo en la UDLA, crítico de cine y autor del blog ‘Libros, autores y riesgos‘ asegura que “los premios Oscar representan a la industria más grande, entonces lo que nos hace falta es únicamente un trabajo de lobby”. Explica que para entrar a los Oscar se necesitan contactos y que “el Oscar no mide un tema de calidad como tal”.
Aunque su intención, asegura, no es desestimar la calidad de ‘El abrazo de la serpiente’, comenta que “no creo que la nominación de una película ecuatoriana al Oscar significaría que es una buena película, sino que más bien los productores y realizadores se movieron mucho”. A esto, agrega que desde hace muchos años “rara vez” existe una película seleccionada por su calidad.
Varas asegura que el ‘boom’ de producciones ecuatorianas que se dieron en años pasados no ha sido tan grande como se cree. “Hubo películas que funcionaron muy bien, pero son contadas con los dedos de la mano”, puntualiza. Según el crítico, a nivel técnico tenemos profesionales con los mismos estándares de producciones internacionales.
Para él, los problemas del cine ecuatoriano están a nivel dramático; es decir, escritura de guiones, corrección y también actuación. Agrega que “muchos directores han realizado películas que han terminado por ahuyentar a la gente de las salas”.