América Latina registra cada vez más movilidad migratoria interna, a pesar de que los países de atracción están fuera del continente, según informó hoy en Montevideo, el director regional de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Juan Artola.
El funcionario internacional dijo que “hay procesos, tendencias y pautas que se dan en la región, a las que no son ajenas los procesos de integración, como el Mercosur y la Comunidad Andina”.
Artola presentó el perfil migratorio de Uruguay, en un acto que se realizó en la sede de la Cancillería, con la presencia del ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, y el de Trabajo, Eduardo Brenta.
El documento es “parte de un esfuerzo global que se viene realizando en los últimos siete años”, de usar metodología para tener una radiografía de la situación migratoria en los diferentes países y que sea “un instrumento de trabajo para organismos vinculados a las políticas migratorias”.
En las próximas semanas estará listo el perfil migratorio de Venezuela y Bolivia y las actualizaciones de los datos de Ecuador y Argentina, que ya tienen tres años.
También se han efectuado estudios similares en Colombia, Brasil, Chile, Paraguay, y por primera vez, se encamina en Perú que “era el único que no se había hecho”. Este trabajo significa “un considerable esfuerzo, en un intento por dar instrumentos para manejar mejor los desafíos y retos y para que, desde ahora, se lleve adelante una gestión más adecuada y acorde a las necesidades del continente, completó Artola.
Celebró que América Latina registre este panorama porque evidencia un “respeto por el tema de los derechos de los migrantes y un combate a la discriminación, como consecuencia de las políticas progresistas de apertura que son predominantes, cosa que no sucede en otras partes del mundo, especialmente del desarrollado donde se han cerrado más puertas que las que se han abierto”.