Este elefante bebé es una de las atracciones del museo Héctor Vásquez Salazar, ubicado dentro de la U. Educativa Bolívar. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Uno de los puntos en común de los museos de Ambato es que se ubican en casas antiguas. Por ejemplo el viejo inmueble en donde funciona el museo Héctor Vásquez Salazar, uno de los más completos de la Sierra Centro, terminó de construirse en 1920.
Se ubica en el centro de Ambato, dentro de la tradicional Unidad Educativa Bolívar y alberga a más de 7 000 objetos. En el interior, en 11 salas de exhibición, se pueden encontrar piezas de Zoología, Botánica, Arqueología y Anatomía Humana, Petrografía, Fotografía y Numismática (coleccionismo de monedas y billetes).
Víctor Manuel Garcés, rector del establecimiento en 1918, adquirió 200 especies de zoología para el Laboratorio de Ciencias Naturales del establecimiento. La sección está conformada por una colección de fauna de la Costa, Sierra y Amazonía.
Está organizada en dioramas, que son representaciones del hábitat de las especies.Cada objeto u animal guarda una historia. Uno de los animales más admirados por los visitantes es un elefante. El mamífero fue recuperado del antiguo botadero municipal de Izamba, en 1995.
Cristina León, administradora del sitio, cuenta que el hecho de perpetuar a un animal a través de la taxidermia, para que así se convierta en un referente de la fauna que ha existido en el planeta la motivó para ejercer como taxidermista (disecar animales) y así aportar al conocimiento.El recorrido por todo el museo puede tomar más de una hora. Las vitrinas contienen monedas de 35 países y billetes de 80 naciones. Se destacan 156 monedas de las cuales 17 son del siglo XIX, 132 del siglo XX y dos macuquinas del siglo XVI.
Con la misma idea, el museo Edmundo Martínez está en la casa del pintor del mismo nombre. Marcelo Vásconez es el encargado de mostrar las siete salas de exhibición que tiene el lugar. La fachada de piedra pishilata tallada en bloques y el techado de teja son un llamado para ingresar a la casa.
En el lugar se pueden encontrar obras de pintores consagrados como Oswaldo Guayasamín, Kigman, Villacís, Viteri, Román, entre otros.
Más hacia el centro está el museo Patrimonial de la Casa de la Cultura, núcleo de Tungurahua. Allí hay 173 óleos, acuarelas, témperas, esculturas, tintas, fotografía y grabados. 125 se muestran permanentemente en una amplia sala ubicada en la segunda planta del lugar. Entre los artistas que exponen constan Edgüin Barrera,
Washington Martínez, David Moscoso, descendientes de Luis A. Martínez y Juan León Mera, entre otros.
Fabián Rodríguez, el administrador del museo Pachano Lalama, uno de los más nuevos de la urbe, cuenta que en el lugar hay una exhibición permanente de la obra del pintor ambateño Francisco Urquizo Cuesta.
La colección está compuesta por 24 piezas y tiene una serie complementaria denominada Los arcanos mayores: el tarot, que hace dos años fue llevada a Pravia (España), de donde es oriunda su madre.Tres esculturas en hierro tituladas Los aceres, de la artista Olga Guevara, también ocupan un lugar en el museo. Representan las energías masculina y femenina.
Al otro lado del parque Montalvo, está la Casa del Portal. Verónica Morales, antropóloga responsable del Museo del Gobierno Provincial de Tungurahua, recuerda que la casona se construyó en 1900. Fue la vivienda de una familia muy grande.
El Banco Central la compró primero, luego fue adquirida por la Prefectura de Tungurahua, que se encargó de restaurarla íntegramente cuidando sus detalles. Ahora es parte del patrimonio cultural de los tungurahuenses.En esta edificación se exponen esculturas florales monumentales, temas ambientalistas, óleos y también se desarrolla el programa ‘Domingos en familia’, a las 11:00.