Amaru intenta ajustarte al hábitat de sus animales

El Bioparque Zoológico Amaru ha manejado con éxito la reproducción de leones. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO

El Bioparque Zoológico Amaru ha manejado con éxito la reproducción de leones. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO

El Bioparque Zoológico Amaru ha manejado con éxito la reproducción de leones. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO

El cotorreo de los loros y el chillido de los monos se mezclan con el sonido del viento que sopla en la montaña en el kilómetro 10,5 de la autopista Cuenca Azogues. Ese ambiente de ocho hectáreas se abre paso el Bioparque Zoológico Amaru con diseños ajustados a los hábitats naturales de las especies.

El Bioparque pertenece a una organización privada que abrió al público en el 2002 como una reserva de vida silvestre para salvar especies en peligro y fomentar la conservación de la biodiversidad. En ese espacio viven más de 1 100 animales de 160 especies, el 99% rescatados en condiciones críticas de salud.

Hay animales exóticos como leones africanos, osos de anteojos, cóndor andino, tapires, pumas… También monos, anfibios, aves de todos las regiones y climas, reptiles… y han manejado con éxito la reproducción de leones, monos capuchinos, serpientes, tortugas, entre otros.

Este zoológico acerca a las personas con la naturaleza a través de visitas guiadas por senderos naturales de ascenso y descenso, y toma alrededor de tres recorrer todos los espacios. Para su director y biólogo, Ernesto Arbeláez, es la mejor experiencia para estar en contacto con los animales y plantas que forman parte de la riqueza natural del Ecuador.

Bioparque se financia con los ingresos que generan las visitas y aportes de la empresa privada. Alrededor de 70 000 personas ingresan al año y el acceso para adultos cuesta USD 6 y niños 4. La atención es de martes a jueves de 09:00 a 17:00 y fines de semana y feriados de 10:00 a 17:00.

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