La actriz australiana Mia Wasikowska repite como Alicia en la nueva entrega del filme. Foto: Archivo
La historia de ‘Alicia en el país de las maravillas’ es otro relato que ha cedido a la tentación de convertirse en una saga cinematográfica más, con el estreno de una segunda película bajo el título de ‘Alicia a través del espejo’.
Inspirada nuevamente en la obra del escritor Lewis Carroll, la nueva producción de Disney quiere seguir los pasos del éxito del primer largometraje, que en el 2010 dio un salto de la clásica animación a una versión con actores reales, sin dejar de lado a otros personajes imaginarios
–creados por computadora– que sostenían el sentido fantástico, aunque no fiel, de la obra literaria original.
En esta nueva entrega, encontramos a una Alicia más adulta, quien ha pasado los últimos años recorriendo el mundo como capitana de un barco, siguiendo los pasos de su padre fallecido y en un intento por aliviar su dolor.
Pero las deudas familiares y la posición que debe ocupar como mujer en una sociedad patriarcal y conservadora desencadenan un conflicto en la mujer que no está dispuesta a renunciar a su libertad e independencia frente a la presión social.
Una crisis de la que Alicia intentará escapar a través de un espejo que la llevará de vuelta al País de las Maravillas, donde el espectador se encontrará frente a un escenario fantástico que sigue los extravagantes pero vistosos lineamientos sentados por Tim Burton.
Un director que ha dejado allanado el camino para que el británico James Bobin le dé continuidad al proyecto, al frente de su tercer largometraje.
Una tarea facilitada en parte gracias al reparto original que vuelve a colaborar en este nuevo proyecto, empezado por la propia Mia Wasikowska, quien imprime en Alicia un tono impulsivo pero sensible en el fondo, que lleva la lealtad como uno de sus principales estandartes.
Alicia no duda en poner en acción todos sus recursos cuando su amigo El Sombrerero, interpretado nuevamente por Johnny Depp, ha perdido su ‘muchosidad’.
Con Mirana (Anne Hathaway) e Iracebeth (Helena Bonham Carter) relegadas a un segundo plano, la protagonista emprenderá una aventura por los océanos del Tiempo, representado por un expresivo Sacha Baron Cohen, que habituado a darle un tono caricaturesco a sus personajes, brilla con luz propia.
Entonces el viaje en sí mismo irá proponiendo algunas reflexiones sobre el valor de la familia, los errores del pasado y sus consecuencias, en una historia donde la fantasía no deja de ser parte del mundo real.